ARMANDO FRANCO ROVIRA
UN REFERENTE OCULTO EN EL DISEÑO MEXICANO
autor
—
Esteban Juárez
El legado arquitectónico que identificó la corriente modernista de México en la segunda mitad del siglo XX es extensa en su historia y prolífica en sus personajes. Se puede oír hablar de Juan O’Gorman, Mario Pani, Enrique del Moral, Augusto H. Álvarez o el mismo Pedro Ramírez Vázquez. Sin embargo, otros personajes han sido invisibilizados al correr del tiempo, es el caso de Demetrio Armando Franco Rovira, nacido el 21 de diciembre de 1921 en la Ciudad de México.
Su obra contempla el diseño industrial así como arquitectónico y urbano. Todavía a sus 100 años, Franco Rovira preserva la memoria de una vida dedicada al diseño, que puede leerse a través de sus colaboraciones con otras grandes figuras de la escena mexicana del siglo pasado. Su trayectoria involucra proyectos a todas las escalas: trabajó con el Instituto Nacional de la Vivienda y el Comité Administrador del Programa Federal de Construcción de Escuelas. Como profesor ha trabajado con comunidades de la periferia de la capital del país.1
A su vez, realizó obras en el diseño de mobiliario que le valieron un reciente reconocimiento acompañado de premios durante su ejercicio profesional. Probablemente su contribución más importante fue la idea generadora del plan maestro de Ciudad Universitaria en El Pedregal de San Ángel, que se reveló como uno de los proyectos que configuraron la zona sur de la Ciudad de México en el siglo XX.
Armando Franco Rovira empezó su prolífica carrera a una edad muy temprana y siendo alumno de la Academia de San Carlos a sus 14 años, empezó a trabajar como asistente personal del entonces director de la academía, Carlos Alvarado Lang, artista que dominaba diversas técnicas de grabado, reconocido por su fina ejecución del claroscuro además de su actividad como investigador, innovador y divulgador de esta disciplina.2
Su decisión de estudiar arquitectura lo llevó a inscribirse a la Escuela Nacional de Arquitectura, donde conoció a su socio y amigo Teodoro González de León. Con esto sobre la mesa, revisaremos en este encuentro los hitos más importantes de su carrera y sus significativas aportaciones al legado y la historia del diseño en México.
a leer, en relación con la UNAM: NONSITE: el Pedregal revisitado
1. — Alejo Santiago, J. (2019). Recuperan muebles clásicos de Armando Franco. Milenio
2. — Colección Andrés Blaisten. Carlos Alvarado Lang, 1905 - 1961. [sitio web]
Retrato de Armando Franco Rovira,
el arquitecto presentando su colección COFRAN.
© Kovi Konowiecki
diseño artesanal industrial.
A nivel mundial, el diseño industrial actual es sin duda la herencia de las aspiraciones tanto estéticas como funcionales de los Arts and Crafts y de la escuela de la Bauhaus. Estas contribuciones hacia un diseño sencillo y depurado que pretendía ser factible y económico en su producción y distribución, como para su asequibilidad, establecieron un régimen comercial que sigue vigente. El diseño, parece entonces inherente de los procesos humanos sobre el vivir y lo cotidiano. Desde que empezó a diseñar, a mediados del siglo XX, Armando Franco Rovira consideraba el diseño industrial con un enfoque que apostara a la factibilidad, la accesibilidad y la apropiación. Visionario, estaba consciente que se enfrentaba al desafío de generar una línea histórica que vinculara el diseño artesanal mexicano y los nuevos procesos de producción que demandaba el mercado.
El pasado año, Armando Franco Rovira recibió el Premio Honorario de Iconos del Diseño 2021, reconociendo su trabajo en el proyecto COFRAN de 1955, donde expresa materialmente su postura frente al diseño. El proyecto consistía originalmente en dos sillas y una mesa, que involucra aspectos artesanales en la mano de obra de las piezas, así como elementos con un fuerte lenguaje modernista.
Colección COFRAN.
foto de algunas de las sillas de la colección COFRAN: S1C, SL4 y S2C, diseñadas en 1955 por Armando Franco Rovira.
© Clásicos Mexicanos
“El arquitecto mexicano es autor de la colección ‘COFRAN’ (1955), con la que sintetizó la mexicanización de los principios funcionalistas, pero con el distintivo de haber involucrado a artesanos, materiales y técnicas locales.” 3
Las piezas torneadas y machihembradas a partir de polines de madera, entrelazan sus raíces en el movimiento moderno europeo, la mano de obra del artesano mexicano y el respeto a los modos de producción de las piezas. Aldo Fabián Solano, encargado de la curaduría de la galería Clásicos Mexicanos en la exposición Armando Franco y el diseño artesanal tradicional 4 menciona que su diseño de mobiliario estaba prácticamente olvidado. Actualmente, Aldo Solano — reconociendo el valor del trabajo de Armando Franco Rovira,— busca reintroducir al mercado sus diseños.5 La colección COFRAN es probablemente la expresión más temprana del llamado diseño artístico industrial. Diseñada en 1955 para ser producida y expuesta en los talleres de la Escuela de Diseño y Artesanías en la Ciudadela, COFRAN, proyecto coordinado por el artista José Chávez Morado, apuntó hacia la producción semi-artesanal y semi-industrial de muebles modulares, hechos con materiales, técnicas y mano de obra locales con un atractivo actualizado en sus formas. 6
3. — Blanco, A. (2019). Armando Franco, Pilar del diseño artesanal industrial. La Tempestad.
4. — exposición presentada en la galería Clásicos Mexicanos, parte del proyecto ”Clásicos Mexicanos. Hecho en México de 1929-1999”, a ver en Alejandro Dumas 124, Polanco, Ciudad de México.
5. — Alejo Santiago, J. (2019). Recuperan muebles clásicos de Armando Franco. Milenio
6. — Blanco, A. (2019). Armando Franco, Pilar del diseño artesanal industrial. La Tempestad.
arquitectura.
Armando Franco Rovira consolidó una amistad con el reconocido arquitecto Teodoro González de León cuando estos se conocieron en la Escuela Nacional de Arquitectura en el año 1943. Desde su juventud compartieron proyectos que les valieron el reconocimiento tanto de sus profesores como de sus compañeros. Uno de sus proyectos más emblemáticos —de los que se comprobó que formó parte Armando Franco Rovira— es la Casa Catán, ubicada en una de las avenidas más importantes de la Ciudad de México, la Avenida Paseo de la Reforma. Esta fue considerada como una de las primeras residencias construidas con materiales prefabricados; técnica innovadora introducida al proceso constructivo moderno, por sus consideraciones de factibilidad, reducción del periodo de construcción y por tanto de su presupuesto.
A lo anterior, podemos agregar otros proyectos, que si bien periféricamente tendrían otra concepción de la arquitectura, consolidan la visión de Armando Franco Rovira sobre el diseño de la ciudad. Tal es el caso de su contribución al diseño de un Electrobus, una propuesta bajo un proceso de prefabricación en su construcción, que contenía detalles técnicos para su factible ejecución.7 Podemos entender que la obra de Franco Rovira, es paralela a una concepción industrializada del diseño, definitivamente también encauzado e influenciado por el movimiento moderno, pero enfáticamente —como fue el caso de Teodoro González de León— de la figura más representativa de este movimiento arquitectónico: Le Corbusier.
7. — Architectural Digest México y Latinoamérica. (2021). Iconos del Diseño 2021: Armando Franco Rovira recibe el Premio Honorario.
Casa Catán,
residencia situada en Paseo de la Reforma No. 2135, en Lomas de Chapultepec, en la Ciudad de México y diseñado por Armando Franco Rovira y Teodoro González de León, en 1953.
© Clásicos Mexicanos
“…después de que estuve en Francia con la beca y el trabajo de Le Corbusier, regresé a México y fundamos un grupo con Armando, con José María Gutiérrez, y dos personas más, se llamaba URPAC, Urbanismo, Prefabricación y Arquitectura; estábamos totalmente metidos en la idea lecorbusiana de que había que renovar la ciudad, y que a través de su renovación, renovábamos al hombre; el pleno movimiento moderno.” 8
Los proyectos arquitectónicos que involucran el trabajo de Armando Franco Rovira, están atravesados por el ideal lecorbusiano de modificar los modos de habitar que, desde el diseño, la idea del arquitecto creador podría modificar la manera de vivir la ciudad en sus diferentes escalas: desde lo doméstico hasta lo urbano-arquitectónico. Un proyecto significativo de escala urbana en la obra de Armando Franco Rovira es la unidad Patera en Azcapotzalco, un conjunto habitacional al nororiente de la ciudad realizado en 1970, bajo la dirección de Armando Franco Rovira y sus socios Teodoro González de León y Abraham Zabludowksy. Está dividido en cinco subconjuntos y alberga cerca de 1,651 departamentos.9 Este conjunto, como muchos otros en la segunda mitad del siglo XX, fue concebido bajo los valores de escuela funcionalista y expresiva a través de una materialidad desnuda, la falta de significado y relación dialógica con el espacio circundante.
8. — González de León, T. (2001). en Teodoro González de León de Felipe Leal, Bitácora Arquitectura no. 6.
9. — González Flores, M. A. (2015). Análisis urbano. en Análisis urbano-arquitectónico en la Patera-Vallejo para el rescate de imagen urbana, sistema de generación de energía eléctrica (31). Ciudad de México: Instituto Politécnico Nacional.
Unidad Habitacional La Patera,
conjunto residencial situado en Patera Vallejo, en la Ciudad de México y diseñado por Armando Franco Rovira, Abraham Zabludovsky y Teodoro González de León, en 1969.
© Julius Shulman
urbanismo: ciudad universitaria, idea creadora.
Reconocido desde 2007 como patrimonio cultural de la humanidad por la UNESCO, la Ciudad Universitaria se conforma por el primer circuito universitario y sus más de 50 edificios dentro de una zona núcleo de 176.5 hectáreas, que representa 25 por ciento de las 730 hectáreas totales del campus universitario.10 Un proyecto que desde su anuncio de construcción, ha permanecido como un referente urbano arquitectónico que cambiaría el rumbo de toda la ciudad de México. Se propuso la idea de establecer el conjunto universitario en el sur de la ciudad, tras la sobrepoblación de estudiantes que existía en el centro histórico. En un terreno de origen volcánico, en la entonces periferia sur de la ciudad, se proponía establecer un complejo urbano de escala monumental, para concentrar la Universidad Pública Nacional. Bajo los anteriores criterios, se impulsó desde 1946, un concurso a nivel nacional entre arquitectos e ingenieros, para proponer la idea que enmarcaría la idea rectora del proyecto urbano, sin embargo hubo un interés generado particularmente en la Escuela Nacional de Arquitectura y en su director, el arquitecto Enrique del Moral 11 quien tomó la oportunidad de involucrar al cuerpo estudiantil en el concurso.
Dentro de la Escuela Nacional de Arquitectura, se concentraban los profesores más emblemáticos del marco arquitectónico de mitad del siglo XX en México, esto propició entonces un concurso interno. Los participantes fueron profesores de la misma Escuela: Augusto H. Álvarez, Mauricio de María y Campos, el mismo Enrique del Moral, Mario Pani, Xavier García Lascuráin, Marcial Gutiérrez Camarena, Vladimir Kaspé, Alonso Mariscal y Augusto Pérez Palacios, entre otros. Finalmente, se seleccionó el trabajo presentado por los arquitectos Mario Pani y Enrique del Moral para concursar en el certamen nacional.12
No obstante, quienes dibujaron la propuesta ganadora dirigida por Mario Pani, fueron los alumnos del 4to año de arquitectura: Armando Franco Rovira, Teodoro González de León y Enrique Molinar. Una propuesta, que en palabras de Teodoro González de León calificaba como una cosa atroz,13 pues creían que no podría ser posible que la primera gran obra de México fuera “Beaux Arts”,14 cuando las ideas de las que estaban formados Armando Franco Rovira, Teodoro González de León y Enrique Molinar, eran los principios modernistas incubados por Le Corbusier, de quien se habían fuertemente influenciado.
Armando Franco y yo estábamos desolados; veíamos perder una oportunidad única de aplicar las ideas del nuevo urbanismo que proclamaba el Movimiento Moderno; en particular las de Le Corbusier, en cuyos seguidores nos habíamos convertido. Éramos también, lo veo a distancia, sumamente rebeldes.15
10. — Dirección de Patrimonio Mundial. (2007). Campus Central de la Ciudad Universitaria de la Universidad Nacional Autónoma de México. Gobierno de México.
11. — Comité de Análisis para las Intervenciones Urbanas, Arquitectónicas y de las Ingenierías en el Campus Ciudad Universitaria y los campi de la UNAM. (-). Creación de Ciudad Universitaria. comitedeanalisis.unam.mx [sitio web]
12. — ibid.
13. — González de León, T. (2001). en Teodoro González de León de Felipe Leal, Bitácora Arquitectura no. 6.
14. — ibid.
15. — González de León, T. (2002). en Tres experiencias con José Villagrán, Bitácora Arquitectura no. 7.
Trazo original de la UNAM,
dibujo atribuido a Armado Franco R., Teodoro González de L. y Enrique Molinar, realizado en 1947.
© Archivo de la UNAM
En el taller del arquitecto Pani, estábamos Teodoro Gozález de León, Armando Franco y yo; trabajábamos con mucho entusiasmo, aunque con muchos problemas, pues los tres estábamos en desacuerdo con la solución del proyecto ganador de la repentina que la escuela debía desarrollar para representarnos en el Concurso Nacional.16
La convicción de Armando Franco Rovira, Teodoro González de León y Enrique Molinar, les hizo componer, fuera de tiempo, un proyecto que vincularía las ideas modernistas europeas, con las particularidades del Pedregal de San Ángel. Como lo afirma Enrique Molinar, partía de la idea de un urbanismo que proponía un campus universitario, abierto pero limitado por las vialidades de vehículos y peatones, con pasos a desnivel, y los diferentes edificios rodeando al campus desde la gran plataforma o plaza de acceso, con la Rectoría, el Aula Magna y la Biblioteca en el eje de composición, y sobre este mismo eje, del lado opuesto, cruzando la Av. Insurgentes, el Estadio Monumental con todos sus servicios.17 González de León reafirma mencionando …hicimos el “planito”, que, ya lo relaté muchas veces, dio origen al esquema actual.18
Fue así como la propuesta de los tres jóvenes estudiantes, sustituyeron las ideas originales y académicamente convencionales de los arquitectos profesores de la Escuela Nacional de Arquitectura, que ya se encontraban apalabrados con los proyectos de los arquitectos Mario Pani y Enrique del Moral. Motivados bajo las convicciones del movimiento moderno, presentaron entonces su propuesta al personaje más emblemático del gremio arquitectónico, el profesor José Villagrán García, a quien todos consideraban el padre intelectual de la escuela.19
Fue tal la aceptación de Villagrán sobre su propuesta, que convocó a una junta donde él mismo explicaría el plan maestro que habían hecho los jóvenes alumnos; sin embargo, el Consejo Universitario, del que pertenecía también el arquitecto Pani y del Moral, no aceptó la innovadora propuesta.
Fue entonces como Teodoro González de León, Armando Franco Rovira y Enrique Molinar, tuvieron que exponer ellos-mismos su propuesta urbanística frente al Consejo de la Universidad. Convencidos por sus palabras, su dibujo y el entusiasmo que tenían del proyecto, se decidió por unanimidad ante el Consejo la revocación de los ganadores del concurso: un proyecto de plan maestro que dio origen al esquema actual; el esquema plano de conjunto20 de Ciudad Universitaria.
Lamentablemente, no hay créditos explícitos a Armando Franco Rovira por su trabajo en Ciudad Universitaria, él mismo reconoce en la premiación de 2008 bajo la presea Chichén Itzá por su labor científica: “nunca se ha hecho, por parte de la Universidad, un reconocimiento explícito como el que se me otorga en esta ocasión”.21 El olvido intencional que tuvo la Universidad Nacional de reconocer a los jóvenes arquitectos por su conocimiento, entusiasmo y su visión de ciudad y la arquitectura, del que sería el proyecto más importante del siglo XX, aún con celo se preserva enmarcada en la subvertida historia de la creación de Ciudad Universitaria. Está únicamente la reconoce como una idea generadora, que después vendría a ser perfeccionada por todos los ingenieros y arquitectos que estuvieron involucrados en el proyecto ejecutivo. Sin embargo habría que destacar la notable participación que sin lugar a dudas configuró y se preserva hasta nuestros días, el patrimonio cultural de la humanidad, en el actual Pedregal de San Angel.
Franco y González de León, inspirados en Le Corbusier, proponían una universidad moderna, del siglo XX; por fortuna, el entonces decano de la arquitectura mexicana, José Villagrán, entendió la actualidad de ese planteamiento urbanístico que hoy es Patrimonio de la Humanidad.22
16. — Molinar, E. (2004). en Testimonio sobre el plan maestro de CU, Bitácora Arquitectura no. 11.
17. — ibid.
18. — González de León, T. (2001). en Teodoro González de León de Felipe Leal, Bitácora Arquitectura no. 6.
19. — González de León, T. (2002). en Tres experiencias con José Villagrán, Bitácora Arquitectura no. 7.
20. — González de León, T. (2001). en Teodoro González de León de Felipe Leal, Bitácora Arquitectura no. 6.
21. — Mendez, E. (2008). Estudiantes, “un peligro para México”, consideraba el gobierno en los años 40. La Jornada.
22. — Mabel Martínez, M. (2016). Arquitecto a escala humana. Milenio
a leer, en relación con la UNAM: LA RUTA DE LA AMISTAD
Estudiantes en la UNAM,
© Patrimonio UNAM
conclusión.
El legado que deja Armando Franco Rovira en las diferentes escalas del ejercicio urbano-arquitectónico y el diseño industrial reflejan las posturas sociales y, las inclinaciones que desde la industrialización también entrelaza la artesanía y la producción local.
Las contribuciones del arquitecto son significativas y atemporales, lamentablemente su obra queda en la memoria de algunos cuantos que conocen su historia. A través de este encuentro no hay mayor propósito que reivindicar la figura de Armando Franco Rovira como un icono del diseño en la segunda mitad del siglo XX en México. Es fundamental visibilizar lo que la historia oficial de la universidad no ha querido reconocer ni promover, su entusiasmo, su rebeldía y sus propuestas urbano-arquitectónicas y reconocer que constituye un punto de referencia mayor en el México contemporáneo.
A sus 100 años de vida, el arquitecto Armando Franco representa un personaje que probablemente sea uno de los tantos que quedan invisibilizados por la Historia de la Arquitectura y las instituciones que la validan. Las consideraciones que desafortunadamente hicieron de Armando Franco Rovira un personaje intencionalmente olvidado, no conocieron la fuerza de sus diseños y su visionaria personalidad.