SIERRA CHINANTECA

CRÓNICA DE UN PATRIMONIO VULNERABLE

autor

Romain Roy-Pinot

serie de 6 artículos

para entender la condiciones sociales y urbanísticas en las que vive la población chinanteca.

 

Oaxaca es un estado con gran singularidad. Es reconocido como uno de los estados más representativos de la diversidad cultural de México. Está lleno de tradiciones seculares y religiosas. Cuenta con una riqueza cultural tanto en sus paisajes naturales como antrópicos. De manera general, Oaxaca alberga una población sumamente plural, por la persistencia de muchas de sus comunidades originarias y por lo tanto, se siguen hablando una multitud de idiomas indígenas: Mazateco, Zapoteco, Chontal de Oaxaca, Mixe, Chinanteco, Huave, Chatino, Ixcateco, Chocholteco, Triqui y Cuicateco.1 Es el estado que cuenta con mayor número de lenguas otomangues; y cada una comprende variantes dialectales. Las lenguas persisten porque subsisten comunidades indígenas que perpetúan tradiciones ancestrales. Sin embargo, se enfrentan a dificultades socioeconómicas en un mundo en perpetuo movimiento, obligado a seguir el ritmo sin freno de la globalización. Esta diversidad contrasta con las condiciones de sus hablantes, quienes frecuentemente experimentan discriminación, rechazo y falta de acceso a los servicios de los tres niveles de gobierno en el país.2

1. — datos extractos del Sistema de Información Cultural (SIC), disponibles en sic.cultura.gob.mx

2. — Bautista Monroy, T. (s/f) Lenguas mesoamericanas en juicios del Siglo XVIII. Oaxaca: Archivo General del Estado de Oaxaca.

 
 

Portada del libro “Los Chinantecos y su hábitat”.
el libro "Los Chinantecos y su hábitat" fue escrito por Bernard Bevan y publicado por el Instituto Nacional Indigenista, en 1987.
© L U P A

 

En el marco de un proyecto de restauración de tres templos, el equipo de e c o tuvo la oportunidad de visitar la Sierra Chinanteca, una región montañosa, ubicada en la frontera veracruzana y cercana al estado de Chiapas. Se organizó un viaje de varios días en los respectivos pueblos de Santa María Lovani, San Juan Petlapa y San Pedro Ozumacín.3 La zona está en general muy poco documentada, así que este artículo se basará en una de las pocas fuentes que logran darnos a entender la historia de la sierra: el libro “Los Chinantecos y su hábitat”, escrito por Bernard Bevan y publicado en 1987 por el “Instituto Nacional Indigenista”. Esta obra relata diferentes observaciones que han hecho Bernard Bevan, Imgard Weitlaner, J. A. Richards, Luis Stevens y Carmen Ostlund, en varias excursiones realizadas en los años 30. Esta referencia nos permitirá constatar la evolución de la región bajo diferentes espectros tanto socioeconómicos, urbanísticos como culturales.

3. — cabe especificar que el pueblo de San Pedro Ozumacín ha conocido un cambio ortográfico ya que se encuentra escrito Ozumazin en el libro Los Chinantecos y su hábitat, escrito por Bernard Bevan. (Ciudad de México: Instituto Nacional Indigenista, 1987.)

 





 

conclusión.

 

La Chinantla es a fin de cuenta el ejemplo de tantos casos de patrimonios inmateriales en peligro. Muchos territorios mexicanos son olvidados por las políticas públicas y eso pone en peligro la conservación de tradiciones ancestrales. En la Chinantla misma, se hablan un número considerable de variaciones de chinanteco. Cada pueblo tiene sus especificidades lingüísticas así que el futuro de cada variante del idioma depende de pocas personas. El idioma es vector también del mantenimiento de muchas tradiciones. No cabe duda que el pueblo chinanteco ha sabido evolucionar y adaptarse a las diferentes situaciones socio-económicas que afrontó. Pero con la imposición cada vez creciente de sistemas de cultivo y de lógicas mercantiles de globalización; ¿cuál es el porvenir de la Sierra chinanteca?

Nuestra excursión tenía la vocación de elaborar el diagnóstico y el proyecto de restauración de los templos de Santa María Lovani, San Juan Petlapa y San Pedro Ozumacín, contratado por el centro INAH Oaxaca. Si, sin duda, los templos juegan un papel importante en la vida cotidiana de estos pueblos, nos dimos cuenta que se necesitan más recursos para procurar seguridad y salubridad. En el caso de pueblos indígenas, la conservación del patrimonio material está sumamente condicionado por la preservación del patrimonio inmaterial. ¿Cómo acompañar a los pueblos endémicos a mantener tanto su idioma como sus tradiciones? En realidad, el caso de la Sierra chinanteca plantea una reflexión general sobre las disposiciones que deberían tomar los gobiernos tanto estatales como federales. ¿Cómo apoyar el desarrollo socio-económico de los pueblos a fin de prevenir los fenómenos migratorios pero, asegurando a la vez el mantenimiento y reforzamiento de una cultura local?

 

 

equipo editorial.

Romain Roy-Pinot
coordinador del área de investigación

Rocío García Camarero
arq. de restauración y rehabilitación de patrimonio

Aimée Mancilla Porraz
arq. de conservación del patrimonio

 

 

créditos foto de portada.

collage de la Sierra Chinanteca.
a partir de una foto tomada por el equipo de e c o | estudio de conservación de patrimonios y de unas páginas del libro "Los Chinantecos y su hábitat", de Bernard Bevan, Instituto Nacional Indigenista, 1987.
© L U P A

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