diálogo con la naturaleza chinanteca.
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parte 2 de 6
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SIERRA CHINANTECA
crónica de un patrimonio vulnerable
Como lo mencionamos anteriormente, las condiciones geográficas de la sierra condicionaron su desarrollo. Es primordial contemplar que este territorio alberga la tercera masa más extensa de selvas húmedas del país.1 La Chinantla es principalmente selvática y montañosa, por lo tanto, muy difícil de explotar. Antes de pensar en cómo habitar el lugar, todas las decisiones de aprovechamiento de la naturaleza fueron orientadas hacía la necesidad de cultivar. Ya que el cultivo es parte esencial de la vida económica de la región, los terrenos fueron ocupados en consecuencia. Al principio causa sorpresa que los chinantecos casi siempre elijan un lugar poco adecuado para construir, pero con posterioridad se da uno cuenta de que el terreno plano es demasiado precioso en esta montaña, y en caso que exista, se le debe dar preferencia para los cultivos, no para las chozas que habitan los nativos. 2 Como los predios planos fueron privilegiados para los cultivos, eso implicó que la naturaleza dictó implícitamente el urbanismo. Es innegable que la selva empinada es una naturaleza difícil de domesticar: a pesar de la abundante precipitación pluvial los cultivos son sumamente magros, debido en parte a la dificultad de hacer claros en la selva suficientemente amplios, y a la ausencia de terrenos parejos que además carecen de una adecuada capa superior. [...] Tan pronto como los hombres hacen el desmonte, la selva vuelve a crecer.3 La demografía chinanteca entre en correlación con la dificultad de explotar las tierras: no existen suficientes chinantecos para impedir la invasión vegetal. 4
1. de Teresa, A. P. (1999) Población y recursos en la región chinanteca de Oaxaca. Ciudad de México: Desacatos no. 1.
2. Bevan, B. (1987) Los Chinantecos y su hábitat. Ciudad de México: Instituto Nacional Indigenista.
3., 4. ibid.
Plantas y flores de la Chinantla.
durante su visita en los pueblos de Santa María Lovani, San Juan Petlapa y San Pedro Ozumacín, el equipo de e c o | estudio de conservación de patrimonios recolectó varias plantas de la sierra.
foto: © e c o | estudio de conservación del patrimonio
Bevan describe de manera muy poetica la naturaleza chinanteca: la tierra de color castaño rojizo, las elevadas hojas de plátano luciendo su metálico lustre, los maravillosos árboles y arbustos florecidos que rodean las casas, todo esto da a la aldea chinanteca el fuerte colorido de un cuadro de Gauguin o el cálido resplandor de uno de Cezanne.5 Se nota que los chinantecos comparten esta misma visión; es innegable que reina una atmósfera muy agradable al convivir con su naturaleza. Un pueblo chinanteco tiene el encanto de eso que armoniza su medio ambiente con los alrededores. A tal punto forma parte del bosque que incluso a corta distancia es casi invisible.6 El urbanismo y las estructuras sociales están fuertemente ligados a la labor de la tierra. Como se fueron aprovechando varios terrenos cada vez más lejos de los pueblos que se habían establecido, los campesinos empezaron a habitar sus propias granjas. La mayoría de las localidades de la Chinantla son de formación reciente y comparten historias similares. Una comunidad “típica” en esta zona nace como ranchería, que no es otra cosa que un simple caserío que se organiza por linajes familiares.7 Así que, como lo vimos anteriormente, en vez de expandirse, los pueblos se fueron poco a poco desarmando y nacieron más y más asentamientos satélites. Las condiciones socio-económicas de un sólo pueblo no parecen poder albergar más población y se constituyen localidades donde se puede explotar más superficie de cultivo.
5. Bevan, B. (1987) Los Chinantecos y su hábitat. Ciudad de México: Instituto Nacional Indigenista.
6. ibid.
7. de Teresa, A. P. (1999) Población y recursos en la región chinanteca de Oaxaca. Ciudad de México: Desacatos no. 1.
8. ibid.
Templo de Santa María Magdalena, ubicado en el pueblo de Santa María Lovani.
foto tomada por el equipo de e c o | estudio de conservación de patrimonios, encargado del proyecto de restauración de los tres templos de Santa María Lovani, San Juan Petlapa y San Pedro Ozumacín.
© e c o | estudio de conservación del patrimonio
Los cultivos de la región entraron tanto en correlación con las posibilidades climáticas como en las demandas. Los principales cultivos de la Chinantla son el maíz, el frijol y la yuca para el autoconsumo, y el café, chile, hule, caña de azúcar y la vainilla para el intercambio comercial.1 El maíz y el café representan 83.4% de los terrenos agrícolas de la Chinantla.9 El café fue durante años el producto clave para la economía local. Se desarrollaron también otros cultivos importantes en Valle Nacional, es decir cerca de Tuxtepec, por la frontera veracruzana: el tabaco y el plátano. Este último con el café constituían las principales exportaciones, y el único medio por el cual llega a La Chinanteca una considerable cantidad de dinero.10 Sin embargo, con el tiempo, estos dos productos —y particularmente el café— se volvieron muy baratos así que ya no fue interesante para los productores vender en grandes cantidades: la caída que sufrió el precio internacional del café al inicio de la década de los noventa tuvo un impacto drástico en la economía regional.11 El producto que generaba la riqueza de la región dejó de ser rentable. En las calles de Santa María Lovani, en varios puntos del pueblo, se veían semillas de café secando sobre petates, así que se sigue produciendo café pero en pequeñas cantidades y para el autoconsumo. Desde que el pueblo chinanteco empezó a explotar los terrenos, algunos cultivos fueron exclusivamente desarrollados para la autosubsistencia como el frijol y el maíz. Existe una auténtica escasez de maíz y al parecer siempre ha habido, aunque hubo tiempos en que el problema era mayor que en el presente, ya que hace muchos años, los viajeros eran asaltados y asesinados por unas pocas maquilas.12 Cultivar para la exportación y cultivar para el autoconsumo son dos dinámicas muy diferentes que determinan irremediablemente el destino económico de una región; en el caso de la Chinantla, la exportación es muy reducida así que los cultivos son desafortunadamente el recurso alimenticio principal de cada familia.