de hospicio a Hotel de Cortés.

regresar a la serie

parte 3 de 4

EX-HOSPICIO DE SANTO TOMÁS DE VILLANUEVA
de Hotel de Cortés a Museo Kaluz

 

Después del movimiento de Independencia, el hospicio pasó por una época difícil; en 1832, desde España, la orden de San Agustín tomó la decisión de vender sus propiedades. Don Antonio Vallejo adquiere la propiedad –en la época, todavía conocida como Portillo de San Diego 8– y convierte este espacio en un complejo residencial y comercial, generando una vecindad en la que también había talleres, pequeños negocios y tiendas de distintos giros.1 En 1843, el edificio fue adquirido por Francisco Yturbe, quien lo mantuvo con sus usos comerciales y de habitación.2 En el siglo siguiente, el 9 de febrero de 1931, el inmueble fue declarado monumento histórico3 y fue registrado bajo el nombre oficial de Hospicio de Santo Tomás de Villanueva. Es solo en 1943 –un siglo después de su último cambio de propietario– que María Teresa Yturbe de Villeneuve, nieta del dueño previamente mencionado, renta el edificio al fundador de la empresa Hospederías y Turismo, S.A. de C.V., Lucas de Palacio quien lo convirtió en el Hotel de Cortés. El año siguiente, José Brockmann Obregón y Pablo Corcuera García Pimentel compraron la empresa y el hotel permaneció.

1. — Horz Balbás, E. (2019) Anexo 3 de Hospedería Santo Tomás de Villanueva y su entorno, varios autores. Investigación de Elena Horz Balbás. Ed. Kaluz.

2. — extracto del boletín nº205 del Instituto Nacional de Antropología e Historia, llamado “Expertos esclarecen el pasado arqueológico y documental del Hospicio de Santo Tomás de Villanueva”, publicado el 25 de junio de 2018.

3. — Horz Balbás, E. (2019) Anexo 3 de Hospedería Santo Tomás de Villanueva y su entorno, varios autores. Investigación de Elena Horz Balbás. Ed. Kaluz.

 
 

Fachada principal del Hotel de Cortés,
En esta época, algunas tiendas seguían siendo parte del edificio.
(autoría desconocida)

 

En unas postales –de la segunda mitad del siglo XX– se nota que el patio principal era el corazón de todo el hotel, proponiendo un espacio de disfrute dispersando mesas, sillas y sillones entre numerosas plantas. Algunas enredaderas se propagaron sobre las columnas que rodean el patio, alcanzando hasta los barandales y la mitad de las columnas superiores, lo que cambió considerablemente el aspecto general del edificio. En este sentido, sigue la lógica de uso de hospicio: en esas edificaciones siempre se disponía de espacios abiertos; estos patios a veces tenían árboles —generalmente naranjos— para refrescar el ambiente y fuentes para que sus habitantes pasarán ratos de tranquilidad y esparcimiento.4 Sin lograr entender con certeza durante cuántos años, en la mitad del siglo XX una parte del edificio fue demolida. En un folleto del Hotel de Cortés, hipotéticamente de 1960, algunas fotos atestiguan que lo que más llama la atención es la imagen del segundo nivel del patio, que aparece cegado y sólo con ventanas de tramo en tramo, una drástica e inadecuada alteración del diseño original.5 Irónicamente, la cruz presente encima del conjunto escultórico que ornamenta la entrada principal fue agregada en la mitad del siglo XX, cuando el edificio ya no tenía vocación religiosa. Y es en 1999 cuando las esculturas colocadas en el nicho del entablamento fueron reemplazadas por una réplica, estabilizada y expuesta en un descanso de las escaleras del entonces hotel.6

4. — Maquívar Maquívar, M. d. C. (2019) Un proyecto sin igual: de Hospedería agustina a Museo Kaluz de Hospedería Santo Tomás de Villanueva y su entorno, varios autores.  Investigación de Elena Horz Balbás. Ed. Kaluz.
5. — ibid.
6. — ibid.

 
 

Patio principal,
Postal del patio del Hotel de Cortés, segunda mitad del siglo XX.
© FEMA

 

Durante el siglo XX, la arquitectura general del edificio fue también afectada por circunstancias externas a los propietarios. En el pasado, el hostal fue mutilado en dos ocasiones sobre su costado poniente. En la primera, por la apertura del paseo de la Reforma Norte y en la segunda cuando se construyó la estación Hidalgo del Metro.7 En la segunda mitad del siglo XIX fue construido el “Paseo de la Emperatriz” que Maximiliano I de México había mandado a trazar. Este primer tramo del actual “Paseo de Reforma” llegó solamente hasta el Caballito –estatua diseñada por Manuel Tolsá en honor al rey Carlos IV de España– originalmente colocada en la glorieta frente al Caballito del escultor Sebastián. Es en 1963 que, al que llamábamos el “Regente de Hierro”, Ernesto P. Uruchurtu decretó en 1963 que el Paseo de la Reforma se ampliará hacia el noreste hasta la Calzada de los Misterios para desahogar el tráfico vehicular.8 Esta decisión implicó la destrucción de diferentes casas en colindancia con el Hotel de Cortés; una fotografía que Manuel Ramos tomó antes de la ampliación del paseo nos permite saber que al menos existieron cinco inmuebles entre el Museo Kaluz y la iglesia de San Hipólito.9 El hospicio original contaba con dos patios, uno solo quedó intacto después de las demoliciones. Para abrir el paso al río de asfalto, la avenida Hidalgo, que continuaba la antigua calzada de Tlacopan, sufrió un significativo recorte: la picota destruyó la Antigua Panadería del Portillo y un local de los Almacenes Ánfora, junto con todo un bloque de casas antiguas. Es un milagro que la pasión de la modernización no se haya cargado también el edificio del Hotel de Cortés.10 La construcción de la estación del metro Hidalgo requirió la destrucción de una parte del hotel que representa unos 120 metros cuadrados de la superficie por lo que su fachada norte quedó en pancoupé.

7. — Pérez de Salazar, F. (2019) Hospedería Santo Tomás de Villanueva: su potencial de intervención y restauración de Hospedería Santo Tomás de Villanueva y su entorno, varios autores. Investigación de Elena Horz Balbás. Ed. Kaluz.

8. — Medina, C. (2019) “Estar donde está el tronco”: Los árboles-letras del mural de Vicente Rojo de Hospedería Santo Tomás de Villanueva y su entorno, varios autores. Investigación de Elena Horz Balbás. Ed. Kaluz.

9. — Maquívar Maquívar, M. d. C. (2019) Un proyecto sin igual: de Hospedería agustina a Museo Kaluz de Hospedería Santo Tomás de Villanueva y su entorno, varios autores.  Investigación de Elena Horz Balbás. Ed. Kaluz.

10. — Medina, C. (2019) “Estar donde está el tronco”: Los árboles-letras del mural de Vicente Rojo de Hospedería Santo Tomás de Villanueva y su entorno, varios autores. Investigación de Elena Horz Balbás. Ed. Kaluz.

 

Patio principal,
Fotos de un folleto publicitario del Hotel de Cortés, difundido en los años 60.
(autoría desconocida)

 

 

equipo editorial.

Romain Roy-Pinot
coordinador del área de investigación

Rocío García Camarero
arq. de restauración y rehabilitación de patrimonio

Aimée Mancilla Porraz
arq. de conservación del patrimonio

Anterior
Anterior

el hospicio de Santo Tomás de Villanueva.

Siguiente
Siguiente

de hotel a Museo Kaluz.