ruinas contemporáneas.

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parte 2 de 4

LOS ELEFANTES BLANCOS DE RÍO 2016
las huellas olímpicas en la sociedad carioca

 

Numerosas infraestructuras fueron erigidas exclusivamente para los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. El despacho de arquitectura y de urbanismo Vigliecca & Associados, ubicado en São Paulo, fue encargado de muchas construcciones: el Centro Olímpico de Hockey sobre Césped, la Arena de la Juventud y el Parque Radical Olímpico Rio 2016 que se compone del Estadio Olímpico de Canoa Slalom, del Centro Olímpico de BMX y del Parque Olímpico de Mountain Bike. Por otro lado, la Arena del Futuro, recibiendo las competencias de handball y de goalball 1 fue encargada a Lopes Santos e Ferreira Gomes Arquitetos y OA | Oficina de Arquitetos. La Arena de la Juventud y la Arena del Futuro se inscribieron como dos de los edificios más emblemáticos porque fueron pensados desde el inicio como edificios transformables, como un legado olímpico entregado a la población carioca. Se planeó que la Arena de la Juventud se utilizará como un centro de educación y entrenamiento para atletas y la Arena del Futuro fue diseñada para ser desmantelada y rearmada en cuatro escuelas. A la fecha, estos dos edificios no fueron transformados. Eduardo Paes, se mantuvo en el puesto de alcalde hasta el 31 de diciembre de 2016. Le sucedió Marcelo Crivella, cuya política no siguió las expectativas de otorgar un presupuesto para seguir con el plan de conversión y adecuación de las infraestructuras de los Juegos Olímpicos. Sin embargo, desde enero de 2021, Eduardo Paes fue reelegido y una de sus propuestas electorales fue cumplir con las promesas iniciales y entregar ese legado olímpico.

1. — el goalball es la única disciplina paralímpica creada específicamente y dirigida para personas ciegas o con muy baja visión, en la que se enfrentan dos conjuntos de tres jugadores en una cancha interior marcada con líneas táctiles.

 
 

Arena del Futuro,
también como conocida como, Arena olímpica de balonmano y goalball, la Arena del Futuro fue diseñada por Lopes Santos e Ferreira Gomes Arquitetos, OA | Oficina de Arquitetos.
© Leonardo Finotti

 

Por las superficies que ofrecen, algunos sitios fueron usados para eventos: el festival “Rock in Rio” recibió en 2019 un público de 700,000 personas en uno de los estadios y el sitio de Deodoro es a menudo usado por el ejército brasileño; pero, en su mayoría, los sitios olímpicos fueron abandonados. La preocupación principal es el tiempo apropiado para “reciclar” esos elefantes blancos. Tardar en transformarlos es arriesgarse a que estén vandalizados, descuidados o etiquetados en las mentes cariocas como espacios sin futuro. Andrew Parsons, presidente del Comité Paralímpico Internacional declara el Parque Olímpico de Río me rompe el corazón. De vez en cuando se hacen una o dos cosas allí, pero la situación es mala, no hubo un plan realista para su uso […] Creo que pide a gritos transformaciones profundas. Sin embargo, ya pasó el momento para que las instalaciones deportivas estén a la cabeza de esos cambios.2 Acerca de la Arena de la Juventud pensada para mutar en cuatro escuelas,las unidades no deberían entregarse a la población hasta 2023. El coste estimado para el desmantelamiento de la estructura y la posterior construcción de las escuelas es de 78 millones de reales.3 4 Este proyecto recuerda una iniciativa de los organizadores de las Olimpiadas británicas de 2012. La propuesta de Londres era sustractiva: el estadio principal de Londres diseñado por Populous ha abordado el problema del elefante blanco creando la posibilidad de reducción, con una sede central para uso permanente y una estructura temporal que se eliminará después de las Olimpiadas. Se empleó la misma estrategia con otras instalaciones deportivas. Al mismo tiempo, el plan maestro de los Juegos Olímpicos de Londres estableció los lugares que probablemente no se utilizarán después de los Juegos Olímpicos como temporales o flexibles y mantuvo sólo los elementos que servirían a la comunidad.5 Reducir al máximo el impacto de los Juegos Olímpicos es un objetivo implícito, pero como representan un abanico enorme de disciplinas cuya práctica responde a numerosas reglas, esa economía de construcción no es siempre posible. Por esta razón —y no solamente en el caso de Río, sino de cualquier ciudad candidata— los presupuestos establecidos para presentar una candidatura deberían incluir además de los gastos de construcción arquitectónica, desarrollo urbano y organización, los gastos de mantenimiento post-olímpicos y de evolución de los edificios si no satisfacen las necesidades de la ciudad. La iniciativa de Londres integró intrínsecamente esa condición tanto en el diseño como en el financiamiento.

2. — Biller, D. y Savarese, M. (2021, 14 de julio) Río de Janeiro sigue esperando el legado olímpico prometido. Los Angeles Times

3. — con taza de abril de 2022, 78 millones de reales equivalen a alrededor de 16.57 millones de dólares. (xe.com)

4. — Louriero, C., Coelho, H. y Rodrigues, M. (2021, 18 de julio) Cinco anos depois, legado da Rio 2016 tem obras inacabadas, projeções fracassadas e projetos no papel. G1 Río.

 
 

Centro Olímpico de Hockey sobre Césped,
este espacio diseñado por Vigliecca & Associados representa un área construida de 4,000 m² y tiene una capacidad de público de 11,900 personas.
© Leonardo Finotti

 
 

En el caso del Parque Radical Olímpico Rio 2016, las diferentes infraestructuras previamente citadas ofrecen poca flexibilidad de transformación y ninguna propuesta era inicialmente considerada para convivir con su entorno y la población. Entre arquitectura y paisaje urbano, el parque es difícilmente apropiable ya que su diseño responde exclusivamente a su función olímpica: gradas gigantescas hacia un embalse sin agua, cuyo uso es limitado como potencial alberca, un terreno para BMX, difícilmente transformable en parque para el disfrute de los peatones; en fin, si no es usado como un complejo deportivo, fiel a su función inicial, el Parque Radical Olímpico tendrá difícilmente un futuro en la política urbana de la ciudad. En este caso, la función inicial ya no cumple con las expectativas de los ciudadanos. Lo que ocurre en este parque, sucede en otras infraestructuras: pocos ciclistas usan el velódromo de madera de pino hawaiano para entrenarse y Brasil no presentó un solo competidor en Tokio, a pesar de la promesa de que esta instalación formaría muchos pedalistas de esa especialidad.6 Otro problema ha surgido: si algunos sitios pudieron haber cumplido con la demanda ciudadana de deporte, líos jurídicos limitaron su uso. Como algunas infraestructuras se acabaron al último momento, se les ha otorgado permisos provisionales de uso y nunca se obtuvieron las certificaciones de seguridad por muchos de ellos. Tras obtener licencias provisionales en cadena, la justicia suspendió temporalmente el uso de ciertas infraestructuras. A la fecha, la conformidad no parece todavía resuelta. Una de las prioridades sería entonces asegurar tanto el funcionamiento de las instalaciones, como su mantenimiento. El COI debería ejercer un acompañamiento post-juegos para asegurarse del cumplimiento de las exigencias de explotación de las infraestructuras después de los juegos; ya que, las Olimpiadas de Atenas (2004) y de Pekín (2008) fueron unos ejemplos de abandono sin precedentes. En el caso de Atenas, el abandono fue la consecuencia de un contexto de crisis devastador para toda Grecia, cuando en el caso de Pekín, por una filosofía de lo desechable intrínseca.

 

Arena de la Juventud,
este edificio diseñado por Vigliecca & Associados representa un área construida de 14,300 m² y tiene una capacidad de público de 5,000 personas.
© Leonardo Finotti

5. — Cutieru, A. (2021, 6 de julio) Urbanismo olímpico: más allá de los estadios y parques deportivos. [Arellano, M., trad.] Archdaily México.

6. — Biller, D. y Savarese, M. (2021, 14 de julio) Río de Janeiro sigue esperando el legado olímpico prometido. Los Angeles Times

 

 

equipo editorial.

Romain Roy-Pinot
coordinador del área de investigación

Rocío García Camarero
arq. de restauración y rehabilitación de patrimonio

Aimée Mancilla Porraz
arq. de conservación del patrimonio

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