las expectativas de “Río 2016”.
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parte 1 de 4
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LOS ELEFANTES BLANCOS DE RÍO 2016
las huellas olímpicas en la sociedad carioca
En 2009, el entonces presidente del Comité Olímpico Internacional Jacques Rogge declara que los Juegos Olímpicos de 2016 tendrán lugar en Río de Janeiro. Me gustaría felicitar a la ciudad de Río de Janeiro por su elección como sede de los Juegos Olímpicos de 2016. Río de Janeiro presentó al COI una candidatura muy sólida desde el punto de vista técnico, basada en la visión de que los Juegos son una celebración de los atletas y del deporte, además de ofrecer la oportunidad a la ciudad, la región y el país de cumplir sus aspiraciones más amplias a largo plazo para el futuro.1 La preocupación por el devenir de la ciudad después de las Olimpiadas —y, gracias a ellas— parece haber contribuido a que se elija Río de Janeiro como ciudad anfitriona. Cuando la candidatura fue aprobada, el alcalde de Río de Janeiro era Eduardo Paes, cuyo mandato perduró hasta diciembre de 2016. La propuesta implicó la construcción de nuevas infraestructuras repartidas en cuatro grandes zonas de la ciudad: Deodoro, Maracanã, Copacabana y Barra de Tijuca. Naturalmente, estas distancias implicaron que una gran parte del presupuesto fuera dedicada al desarrollo del transporte en común, lo que beneficiaría a largo plazo a la población carioca. Río obtuvo la sede olímpica con una candidatura que se inspiró en la renovación urbana de Barcelona en 1992.2 Si el proyecto tiene la ambición de mejorar la situación de la ciudad tanto en cuestión de transporte, de seguridad y de salubridad, Eduardo Paes declaró en 2016: ¿Quién se beneficiará? Las clases trabajadoras que toman los autobuses. Con los Juegos Olímpicos, no pretendemos acabar con la desigualdad, pero podemos reducirla.3 En esta lógica, se extendió la línea 4 del metro de la ciudad y el gran reto de la extensión del metro (16 km más) ha sido la apertura de un agujero de 5 km en la roca mediante la mayor tuneladora utilizada jamás en Latinoamérica para este tipo de obras.4 Esta prolongación permitiría a 300,000 personas usar diariamente el transporte y disminuir el tráfico, una vez terminados los juegos.
1. — Río de Janeiro elected as the 2016 Host City. [Comunicado] 2 de octubre de 2009 por el International Olympic Committee.
2. — Biller, D. y Savarese, M. (2021, 14 de julio) Río de Janeiro sigue esperando el legado olímpico prometido. Los Angeles Times.
3. — Gationis, C. (2016, 21 de abril) Rio de Janeiro, du rêve olympique à la réalité. Le Monde.
4. —Obras (2016, 3 de mayo) 3 obras que serán el mejor legado de los Olímpicos a Río de Janeiro.
Mapa de la configuración de las infraestructuras de Rio 2016,
la ciudad de Río de Janeiro abarca un área de 1,200 km²; en esta infografía de Felipe Menegaz se puede constatar que las infraestructuras de los Juegos Olímpicos se expendieron mayormente a lo largo de las zonas ya desarrolladas de la ciudad.
© L U P A (retocado)
Cuando la candidatura de Río fue establecida, el país se encontraba en una época de crecimiento económico. En los años que precedieron el evento, el país pasaba por su peor recesión en décadas, los juegos olímpicos se convirtieron en el icono del despilfarro gubernamental y la arrogancia política.5 Más allá del costo, muchos expertos calificaron la organización de estos juegos de “caótica” ya que errores de concepción, preocupaciones estructurales, retrasos y ante todo accidentes mortales afectaron la logística del evento. Aunque las Olimpiadas representaron un costo importante, el financiamiento de “Río 2016” fue en gran parte de inversión privada. Además, en comparación con el presupuesto de otras ciudades, por el número de edificios que se tuvieron que construir, los gastos no fueron desproporcionados. Los juegos de Río costaron 13.500 millones de dólares, según la oficina que supervisa los gastos de la municipalidad, usando una tasa de cambio del 2016. Un estudio de académicos de Oxford publicado en septiembre indicó que el costo promedio de las obras deportivas de una justa olímpica es de 12.000 millones de dólares y el de la parte no deportiva es varias veces más alto. Japón calcula que los Juegos de Tokio costarán al menos 15.000 millones de dólares, sin que haya habido tantas obras como en Río.6 Este costo incluye todos los gastos tanto arquitectónicos como de desarrollo urbano, de logística y de organización. Según el ayuntamiento, el presupuesto olímpico se ajustó por el aumento del número de proyectos de legado, 7 de 17 a 27. Se incluyen la Línea 4 del metro, los “Piscinões da Praça da Bandeira” 8 y la ampliación del Elevado do Joá.9 10 Cabe mencionar que el Mundial de Fútbol organizado por Brasil en 2014 dejó 12 estadios —nuevos o renovados— cuyo costo representó 11.000 millones de dólares.
5. — Jacobs, A. (2016, 24 de agosto) Las olimpiadas dejan en Río una estela de obras anheladas por mucho tiempo. The New York Times.
6. — Louriero, C., Coelho, H. y Rodrigues, M. (2021, 18 de julio) Cinco anos depois, legado da Rio 2016 tem obras inacabadas, projeções fracassadas e projetos no papel. G1 Río.
7. — mencionados en el artículo referente como “projetos do legado”, son los proyectos cuya vocación es de ser transformados o intrínsecamente diseñados para ofrecer un “legado arquitectónico” a la ciudad de Río de Janeiro.
8. — los “Piscinões da Praça da Bandeira”, son depósitos de retención de agua pluvial ubicados debajo de la Plaza de la Bandera de Río de Janeiro.
9. — también llamado “Elevado das Bandeiras”, el Elevado de Joá es un conjunto de túneles, puentes y viaductos conectando las áreas Sur y Oeste de Río de Janeiro.
10. — Louriero, C., Coelho, H. y Rodrigues, M. (2021, 18 de julio) Cinco anos depois, legado da Rio 2016 tem obras inacabadas, projeções fracassadas e projetos no papel. G1 Río.
Mapa de transportes públicos de Río de Janeiro,
este mapa indica: BRT, tren ligero, tren y metro.
© visit.rio
La propuesta se vivió como una oportunidad social para la población carioca. En términos de movilidad, cerca de 160 kilómetros de carriles rápidos de autobús han acortado los tiempos de traslado de miles de trabajadores pobres. Se han construido cuatro túneles nuevos y en junio se inauguró un sistema ferroviario de 27 kilómetros. Una nueva línea de metro, la mayor expansión de este sistema en décadas, comenzó a funcionar cuatro días antes de la ceremonia de inauguración.11 Uno de los compromisos más ambiciosos de la propuesta fue, tratar el 80% de las aguas sucias que van a la Bahía de Guanabara12 un requisito esencial para asegurar las competencias de vela en este lugar. Con este proyecto, la ambición era también de conectar a 131.000 viviendas a la red,13 una promesa significativa para las clases pobres de Río de Janeiro. Sin embargo, esta iniciativa como muchos compromisos no fueron cumplidos, sea por los problemas de corrupción que ensuciaron “Río 2016” —desde las condiciones de selección de la ciudad por el COI— o por las decisiones post-olímpicas de la alcaldía.