un producto inmobiliario.
parte 2 de 3
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CIUDAD SATÉLITE
una idea de la modernidad
Ciudad Satélite se afirmó como un proyecto emblemático de la modernidad, pero ¿cómo conseguir a los nuevos ciudadanos que la habitaran? Al igual que un proyecto moderno, resultó ser un proyecto principalmente inmobiliario que promocionó un modelo de vida todavía nuevo para el México de la época. El Banco Internacional Inmobiliario se encargó de poner a la venta los terrenos,1 teniendo como target la clase media, pensando que esta capa de la sociedad estaría dispuesta a vivir en las afueras de la ciudad para conseguir una casa propia a precio accesible. Algunas de las razones que comenzaron a configurar la estima por su lugar de habitación fue la economía familiar y patrimonial: los terrenos eran más amplios y baratos que en el Distrito Federal.2 Para la época, los promotores de Ciudad Satélite prometieron servicios que no se solían encontrar fácilmente: hasta la década de los treinta no era común que las colonias que surgían y que ponían a la venta lotes tuvieran servicios como drenaje y agua corriente,3 lo cual se volvió un argumento esencial para la venta de terrenos. ”No busque en otra parte, Ciudad Satélite ya lo tiene todo, agua, luz, teléfono, servicios existentes y verdaderos; pavimentos de concreto, banquetas, drenaje, todo terminado con las mejores calidades. Alumbrado público, limpieza, todo funcionando, no en proyectos.”4
1. — Alcantar García, E. (2020) Ciudad Satélite, el habitar moderno de las clases medias mexicanas, Academia XXII, segunda época, año 11, núm. 22, México, UNAM.
2. — ibid.
3. — Excelsior, junio de 1958.
4. — ibid.
Obreros en Ciudad Satélite,
serie de fotos de trabajos de instalación de alumbrado público en las calles de Satélite, tomadas por Casasola en 1958.
© Colección Archivo Casasola - Fototeca Nacional
Si muchos de los dogmas de la modernidad se dirigen hacia una suerte de arquitectura internacional, las expectativas modernas de la ciudad planteada por Pani tuvieron que enfrentarse a un contexto social mexicano que rigió las decisiones de lotificación de todo el fraccionamiento. Para responder a un ideal de la casa individual rodeada de un jardín, Ciudad Satélite se promocionó como una ciudad que no iba a desarrollarse verticalmente. Por lo tanto, Pani tuvo que determinar terrenos suficientemente grandes para cumplir con las expectativas inmobiliarias pero suficientemente pequeños para asegurar una densificación óptima. Pani introdujo una medida para estandarizar en cierto grado los terrenos que se pondrían a la venta: mediante un lote tipo se podía impedir que se adquirieran superficies más extensas, pero sobre todo que no se subdividieran para su venta.5
Entre el plan maestro que diseñó Pani y la realidad inmobiliaria, Ciudad Satélite sufrió muchas modificaciones que llegaron a cambiar drásticamente las ambiciones del arquitecto. El proyecto original de Pani fue transformado en su esencia. Los fraccionadores empezaron a vender lotes cada vez más exiguos, edificaciones más chicas, casas más modestas, y eliminaron la construcción de edificios de departamentos.6 Más allá de la lotificación el arquitecto había integrado espacios públicos de calidad en el centro de las manzanas, para responder a las necesidades de las familias que adquirirían un terreno. De la misma forma, las áreas verdes terminaron a menudo lotificadas. Rápidamente desapareció la idea de que fuera una ciudad autoadministrada por una municipalidad local; de que obreros, campesinos, empleados y profesionales coexistieran y tuvieran sus fuentes de trabajo a proximidad; de que quedaran satisfechas las necesidades culturales, educativas y recreativas en el interior de la propia ciudad.7
5. — De Garay, G. (2011) De Cómo llegaron los suburbios modernistas a México. Ciudad Satélite, 1954, publicado en “Satélite el Libro, Historias suburbanas en la Ciudad de México” de M. de Alba, D. Busquets, G. Capron, F. Llanos y U. Waizel, UAM Iztapalapa (2011).
6. — Capron, G. (2011) Y Satélite se volvió suburbio de clase media…, publicado en “Satélite el Libro, Historias suburbanas en la Ciudad de México” de M. de Alba, D. Busquets, G. Capron, F. Llanos y U. Waizel, UAM Iztapalapa (2011).
7. — ibid.
Arquitectura sateluca,
serie de fotos de casas de Ciudad Satélite, tomada en julio de 2023,
© LUPA
Sin embargo, el argumento mayor para convencer a nuevas familias de instalarse fue el tema de la salubridad y de la seguridad otorgada por un buen diseño y la creación de una sociedad nueva. El enganche principal fue que Satélite se proyectó como una ciudad “óptima” en comparación con la Ciudad de México… Ciudad Satélite, la obra urbana más importante de nuestros tiempos, la apertura oficial de esta gran supercarretera es una razón más que justifica el rendimiento excepcional de las inversiones en Ciudad Satélite, la rapidez y seguridad de sus importantes vías de acceso, la conveniencia de elegir enseguida su lote.8 La publicidad de la época se enfocaba en los telespectadores —quien podía comprar una televisión era la clase media— y principalmente las mujeres: Señora, usted tiene la palabra: Satélite es algo completamente nuevo, no es un simple fraccionamiento, [...] es una ciudad moderna con vida propia, visítenos y conozca las súper manzanas integradas con servicios al alcance de su mano, la seguridad que brinda su sorprendente sistema de calles, el gran centro comercial, los gigantescos parques y tantas cosas más. Es lo único digno de usted y su familia.9 Los argumentos para la adquisición de terrenos en Ciudad Satélite no eran únicamente orientados hacia los beneficios arquitectónicos o urbanos sino hacia la oportunidad de ser parte de un nuevo modo de vida que respondiera a un imaginario y un capital simbólico alrededor del suburbio.10 Por lo tanto, el gancho publicitario recurrente de la Ciudad Satélite fue: “La ciudad del mañana está aquí hoy”11 y de hecho, como para afirmar este imaginario de la ciudad del futuro, una serie de clips publicitarios ponía en escena a dos marcianos que descubren Ciudad Satélite.
8. — Excelsior, 8 de septiembre de 1957.
9. — Excelsior, junio de 1958.
10. — Alcantar García, E. (2020) Ciudad Satélite, el habitar moderno de las clases medias mexicanas, Academia XXII, segunda época, año 11, núm. 22, México, UNAM.
11. — ibid.
Estrategia de mercadotecnia,
serie de anuncios para la venta de los terrenos de Satélite.
autoría desconocida
Comercial televisivo,
Los dos marcianos que descubren a Ciudad Satélite se volvieron personajes emblemáticos de la estrategia de venta de los terrenos del fraccionamiento.
autoría desconocida.
La publicidad respondía a esta expectativa de un american-way-of-life en la periferia de las grandes ciudades, accesible para los mexicanos; no sólo promocionaba la compra de una casa, sino todo un estilo de vida nuevo y moderno que rompía con los patrones residenciales tradicionales de la Ciudad de México: uso del automóvil para la vida cotidiana, consumo en supermercados y tiendas departamentales localizadas en zonas comerciales separadas de las residenciales; arquitectura y diseño urbanos, guiados por una funcionalidad que promovía nuevos valores sociales y modelos del "buen vivir".12 Muchos de esos nuevos valores tenían que ver con el consumismo y el mall era el núcleo urbano y social de la vida "sateluca". En otro anuncio para la televisión se promocionaba de esta forma: “Un centro comercial único, abierto de 9:30 de la mañana a 10:00 de la noche, en donde usted encuentra a un paso de su casa todo lo que necesita: escuela, misa todos los domingos, en fin, toda una ciudad completa y terminada”.13 Esta manera de comprar venía también en contraste con el concepto de comercios en la ciudad como se definía hasta entonces. Estos centros de abasto distaban mucho de los mercados populares de las colonias del Distrito Federal, pues además de que en ellos se podían encontrar productos manufacturados e importados, era posible e, incluso, necesario llegar en coche. Este fue uno de los ejes del proyecto de Mario Pani, y se convirtió, gracias a la publicidad y a sus habitantes, en un ícono del habitar moderno, que se contraponía al abasto tradicional de los mercados populares de la ciudad.14 Cabe mencionar que por esas fechas, solo existía un centro comercial en la ciudad, en el sur, la famosa Plaza Universidad.15
12. — de Alba, M. y Capron, G. (2011) Sueños residenciales para la ciudad del futuro, publicado en “Satélite el Libro, Historias suburbanas en la Ciudad de México” de M. de Alba, D. Busquets, G. Capron, F. Llanos y U. Waizel, UAM Iztapalapa (2011).
13. — Alcantar García, E. (2020) Ciudad Satélite, el habitar moderno de las clases medias mexicanas, Academia XXII, segunda época, año 11, núm. 22, México, UNAM.
14., 15. — ibid.
Oferta comercial,
en 1971, se erigió la Plaza Satélite, un centro comercial diseñado por Juan Sordo Madaleno; estas publicidades aparecieron en El Heraldo de México, del 13 de octubre de 1971.
© El Heraldo de México.
A pesar de exponer las ventajas de vivir fuera de la “ciudad”, los promotores seguían usando como argumento la proximidad de la Ciudad de México, creando la ilusión de que se ubicaba a "unos cuantos minutos" de la ciudad central. "Su casa de campo... a 36 kilómetros del Ángel... en Loma del Río". "Jardines de San Mateo, la exclusiva zona residencial a sólo unos minutos de la Fuente de Petróleos sobre el majestuoso boulevard Ávila Camacho... y rodeado de hermosas arboledas. A 15 minutos del Caballito... La más moderna urbanización".16 Se entiende que al volverse una ciudad principalmente residencial, su proximidad con los trabajos que proponía la capital seguían siendo un elemento clave para convencer a la compra de terrenos.
Toda la publicidad fue orientada hacía una clase media, compuesta de familias que compartieron un mismo ideal: conseguir una casa en un contexto seguro y óptimo. De este modo, la construcción de un estilo de vida moderno mediante la publicidad fue determinante para que este fraccionamiento desarrollara una conciencia local particular.17 Al construir desde cero no solamente una ciudad sino una nueva sociedad, se generó a lo largo de los años una identidad propia, una identidad sateluca.
