PAULO MENDES DA ROCHA
EL ROL SOCIAL DE LA ARQUITECTURA
autor
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Romain Roy-Pinot
serie de 4 artículos
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analizar el legado que nos dejó el emblemático arquitecto brasileño.
El 23 de mayo del 2021, el mundo de la Arquitectura perdió uno de sus miembros más emblemáticos. El arquitecto brasileño Paulo Mendes da Rocha, murió en São Paulo, a los 92 años. Como lo evoca, Nuno Sampaio, director de la Casa da Arquitectura (en Portugal) y amigo del arquitecto, hay personas que cruzan varias realidades y diversos tiempos. Paulo Mendes da Rocha fue uno de ellos. Era un gigante.1 La obra del arquitecto es inmensa y genera puentes entre una arquitectura propia de Brasil y las influencias internacionales a lo largo de la segunda mitad del siglo XX y hasta su última obra maestra, Sesc 24 de Maio, en 2017. Originario de Vitória, Espírito Santo (Brasil), Mendes da Rocha se graduó de la FAU-Mackenzie en 1954, en São Paulo. Al poco tiempo, realizó una serie de obras, principalmente residenciales, en las cuales su fascinación por el concreto aparente predomina. Entre 1961 y 1969, fue profesor en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la USP, y fue criticado por la “dictadura militar” –encabezada por Humberto de Alencar Castelo Branco, por su postura sobre el rol social que deberían tener los arquitectos. Le fue prohibido ejercer la profesión de arquitecto en Brasil y fue capturado por el gobierno militar el mismo día que [ganó] el concurso2 del Pabellón de Brasil en la Expo ‘70 de Osaka —junto a Jorge Caron, Júlio Katinsky y Ruy Ohtake. En 1980, Mendes da Rocha pudo regresar como profesor de Diseño Arquitectónico en la misma facultad, en la cual permaneció hasta 1999. A lo largo de su carrera, el arquitecto obtuvo muchos reconocimientos internacionales, afirmándose como uno de los arquitectos más importantes de Brasil, en el transcurso del siglo XX.
1. — Sampaio, N. (2021, 23 de mayo) Paulo Mendes da Rocha transformou o encontró na razão de ser da cidade. Folha de São Paulo.
2. — Mas Llorens, V., Villac I., García-Gasco Lominchar, S., Oliver I., Varella P., y Calafate, C. (2014) Conversación Con Paulo Mendes Da Rocha. EN BLANCO. Revista De Arquitectura 6.
Paulo Mendes da Rocha.
retrato de Paulo Mendes da Rocha
© Leonardo Finotti
La obra de Mendes da Rocha es sumamente coherente tanto en lenguaje plástico como en la filosofía conceptual de cada una de sus arquitecturas. Sus ideas y diseños desbordaron los límites del programa, el predio y la materialidad, aportando siempre un nuevo enfoque en su revolucionaria sencillez.3 Su influencia brasileña es innegable: desde la franqueza del gesto arquitectónico de Oscar Nimeyer hasta la brutalidad de la producción arquitectónica de Lina Bo Bardi. Sin embargo, para el arquitecto Tal vez sea mejor decir que no hay, ni debería haber, una "arquitectura brasileña". Para mí no tiene mucho sentido defender un carácter nacional. Sin embargo, lo que saludablemente sí puede imaginarse uno es que existe algo de peculiar en la experiencia de América.4 La arquitectura de Mendes da Rocha es difícilmente encasillable; para Nuno Sampaio, para entenderlo hay que leerlo como un todo, en el que cada realización forma parte de un universo más amplio, más claro, más translúcido y más nítido: el suyo propio.5 La gran mayoría de la obra de Mendes da Rocha se encuentra en Brasil –y más particularmente en São Paulo; con excepción de la Casa do Quelhas y el Museu Nacional dos Coches, ambos ubicados en Lisboa (Portugal) que continúan la filosofía y expresión plástica del arquitecto. A su graduación en 1954, el modernismo ya se había impuesto a escala mundial, como un dogma arquitectónico casi sistemático. De hecho, Mendes da Rocha dice: Creo que toda arquitectura es moderna. No existe una arquitectura antigua o futura, es actual, moderna. Yo no creo mucho en esas fracturas que hace la crítica arquitectónica: funcionalismo, racionalismo… siempre tiene que ser funcional… hay muchas cosas que en la crítica ya están sedimentadas y son fruto de teorías que no se sustentan.6 El arquitecto nos invita entonces a poner de lado las sub-clasificaciones arquitectónicas; y su obra es el testimonio de una filosofía de diseño más allá de la pura expresión arquitectónica extendida a campos tanto culturales, políticos, sociales como urbanísticos. Como lo evocan Cecilia Obiol y Sergio Marques en una entrevista de 2011 con el arquitecto, la obra de Mendes da Rocha podría ser dividida en tres ejes principales: territorio, técnica y ciudad, que manifiestan la vocación pluridisciplinar de su arquitectura.
3. — Equipe ArchDaily Brasil (2021, 23 de mayo) Paulo Mendes da Rocha fallece a los 92 años (Valencia, N., trad.), ArchDaily México.
4.— Mendes da Rocha P., Wisnik, G. y Corullón M. (2010) Conversaciones con Paulo Mendes da Rocha. Editorial Gustavo Gili.
5. — Sampaio, N. (2021, 23 de mayo) Paulo Mendes da Rocha transformou o encontró na razão de ser da cidade. Folha de São Paulo.
6. — Mas Llorens, V., Villac I., García-Gasco Lominchar, S., Oliver I., Varella P., y Calafate, C. (2014) Conversación Con Paulo Mendes Da Rocha. EN BLANCO. Revista De Arquitectura 6.
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conclusión.
Más que un arquitecto, Paulo Mendes da Rocha es un actor de la sociedad. Es la obra de un profesional universal, una referencia cultural que nos recuerda lo indecible: la arquitectura, cuando es idealista y valiente, emana una dimensión política.7 A través de su arquitectura y de la filosofía que vincula, Mendes da Rocha contribuyó a evolucionar la profesión de arquitecto, afirmado el rol social de cada actor en la construcción de la ciudad. Sus obras siguen haciendo ciudad, cumpliendo la misión para la que fueron diseñadas y concebidas por él, "soportar la imprevisibilidad de la vida", prolongando el legado del arquitecto en el tiempo.8 Las intenciones detrás de la obra de Mendes da Rocha pone al contexto y a los usuarios de sus arquitecturas en el centro de su reflexión; contribuyendo la escala arquitectónica al esfuerzo de generar un impacto significativo sobre la sociedad. Profesor durante muchos años, Mendes da Rocha pensaba que es fundamental reconsiderar la manera de formar a las nuevas generaciones de arquitectos; sin duda, su legado es, en sí, una cátedra abriendo el debate del impacto de la arquitectura sobre la sociedad.
