subjetividad de reivindicación.
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parte 3 de 4
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APLANAR EL MUNDO
lo que los mapas cuentan de nuestras sociedades
La objetividad es inasequible ya que ninguna representación del espacio podrá alcanzar la realidad.1 Los mapas son imágenes y cualquier imagen es irremediablemente una abstracción de la realidad. La supuesta objetividad tanto del testigo visual como de sus relatos o de los mapas y otros artefactos que se jactan de expresar la realidad del mundo siempre ha sido un mito ya que el espacio geográfico no es sino un espacio social que se ubica en múltiples sistemas de representación a la vez técnicos, simbólicos y culturales.2 Si por definición los mapas son una interpretación de una realidad dada, medible y perceptible; resultan de un ejercicio de transcripción subjetivo. Por lo tanto, los mapas abstractos tienen tanta validez como los mapas convencionales, ya que ningún mapa puede representar fielmente los territorios al igual que una percepción multisensorial. Muchos artistas usaron los mapas como herramientas de expresión y en la mayoría de los casos de reivindicación política. Los mapas tienen un lenguaje gráfico propio y se prestan muy naturalmente a juegos plásticos.
1. — Musset, A. (2018) Alain Musset, La parábola del mapa topográfico a escala 1/1: la geografía entre representaciones cartográficas y realidades imaginadas. Chile: Faro Fractal, Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de Playa Ancha.
2. ibid.
América invertida,
dibujo a pluma y tinta de 1943 del artista uruguayo Joaquín Torres García.
© Joaquín Torres García
Como vimos anteriormente, ubicar el Norte arriba es una convención arbitraria que vincula una visión desigual de los territorios. El sistema jerárquico de la representación gráfica del mundo proviene de un sistema piramidal establecido entre las naciones a lo largo del tiempo. En 1943, el artista uruguayo Joaquín Torres García se atrevió a proponer una América Invertida3 enfocada exclusivamente en América del Sur. Esta representación tuvo mucha repercusión en el mundo latino que empezó a apropiarselo como una herramienta de afirmación. Girar y aislar América del Sur es imponer un nuevo orden e ir en contra del eurocentrismo perpetual. Del otro lado del Océano Pacifico, ocurrió lo mismo pero abarcando una representación del mundo entero. “McArthur's Universal Corrective Map of the World” desarrollado en 1979 por el australiano Stuart McArthur pone a su país en el centro del mapa y arriba. La adecuación de los mapas a las particularidades de ciertos territorios no entró solamente en el ámbito artístico sino que repercutió también en la esfera institucional. Al referirse al Instituto Geográfico Nacional de Argentina, se emplean de manera oficial mapas fuera de la implícita convención “Mercator”. El Instituto reivindica el uso de proyecciones Gauss-Krüger, Lambert Equiareal y Estereográfica Polar, que considera más apropiados para representar a la República Argentina. La subjetividad de representación es el resultado de una inadecuación de las convenciones a ciertos territorios pero son implícitamente una reivindicación política.
3. — América Invertida. Joaquín Torres García (1878-1949). Museo Nacional de Artes Visuales, en exhibición en el Museo Municipal de Bellas Artes Juan Manuel Blanes en calidad de préstamo desde mediados de la década de los años 70, Montevideo, Uruguay.
Local com ondas e meridianos,
obra realizada por la artista brasileña Anna Bella Geiger en 2004.
© Anna Bella Geiger
Los mapas tienen sus códigos y un lenguaje gráfico muy claramente definido. La artista brasileña Anna Bella Geiger usa esa semántica como herramientas plásticas. Propone una serie de dibujos poniendo a Brasil y América Latina en el centro de las atenciones y cuestiona el espacio otorgado a América del Sur en la escena mundial. En su obra “Local de açao” realizada en 1979, la artista señala la ausencia de América del Sur en el orden mundial de manera cartográfica, manifestando esta desconsideración con un vacío. En otra obra llamada “Local com ondas e meridianos” creada en 2004, Anna Bella Geiger juega con la ortogonalidad de los meridianos y paralelos. Propone una distorsión de los territorios, inspirándose en “La gran ola de Kanagawa” que realizó el artista japonés Katsushika Hokusai en 1830. Esta interpretación del mundo aparece como una invitación a trastornar nuestra concepción del mismo.
Guide psychogéographique de Paris. Discours sur les passions de l'amour,
la Guía psicogeográfica de París. Discurso sobre las pasiones del amor, es una obra de Guy Debord realizada en 1957
© Guy Debord
De manera todavía artística, pero a escala de la ciudad, Guy Debord abordó el tema de los mapas desde su propia percepción del espacio. En la obra “Guide psychogéographique de Paris. Discours sur les passions de l'amour” que realizó en 1957, el escritor descompone el mapa de París y relata su propia experiencia. Una década después, el artista conceptual On Kawara inició su serie de mapas “I went” en la Ciudad de México. Toda la obra del artista se enfoca en relatar su propia experiencia de la vida tanto de manera personal como eventos de interés público. La serie “I went” es la retranscripción gráfica de su recorrido por una ciudad en el transcurso de un día. Los mapas se vuelven en estos dos casos un medio de expresión al servicio de un discurso. De la misma forma, los mapas lograron materializar de manera más concreta territorios imaginarios como la Utopía (1516) propuesta por Tomas Moore o la Isla del Tesoro (1883) de Robert Louis Stevenson. Esos ejemplos de cartografías alternativas son sin duda la raíz de métodos de representación a propósito subjetivo que se están democratizando en el mundo de la arquitectura. Tanto en las escuelas de arquitectura como en la vida profesional, los transectos4 contribuyen por ejemplo a darle un enfoque al análisis de un territorio, justificando el partido arquitectónico del proyecto con el cual entrará en diálogo.
