FOTOGRAFIAR A LA ARQUITECTURA

EVOLUCIÓN  SOCIO-ARTÍSTICA DE LA FOTOGRAFÍA ARQUITECTÓNICA

autor

Romain Roy-Pinot

 
 

En muchos de nuestros artículos, las fotografías juegan el importante papel de complementar una descripción escrita y de transmitir más fácilmente los conceptos arquitectónicos de una obra. Utilizamos también diagramas, bocetos o fotos de maquetas para hablar de un proyecto no construido o en su fase de conceptualización. Por su lado, la fotografía de arquitectura interviene mayormente al acabar de erigir una arquitectura; por lo tanto, el partido que toma su autor -en términos de composición, técnica o estilo- se percibe como la extensión de la intención arquitectónica.

A inicios del siglo XX, la fotografía de arquitectura jugó un papel muy importante dando la posibilidad de democratizar la arquitectura, volviéndose más accesible y alejándose de su esencia teórica. Sin embargo, con la evolución de la técnica, de la labor de hacer arquitectura y de la sociedad que dialoga tanto con la arquitectura como la fotografía, esta disciplina mutó y se perciben varios objetivos y alcances ante la fotografía de arquitectura.

La fotografía es intrínsecamente una abstracción de la realidad, esté enfocada en la arquitectura o no. El “ojo” de cada fotógrafo es en sí una postura y por lo tanto, la fotografía de arquitectura se volvió una categoría de pleno derecho en el mundo del arte, con fuertes repercusiones en el mundo de la arquitectura. En la revisión de la historiografía de la arquitectura moderna se reconocen estrechas colaboraciones entre arquitecto y fotógrafo: Le Cobusier y Hervé, Mies y Stoller, Neutra y Shulman, Saarinen y Korab, Barragán y Salas, Coderch y Català-Roca, entre otros.1 Luis Barragán fue uno de los primeros arquitectos mexicanos en introducir la fotografía en su trabajo y explotarla para promocionar sus proyectos. En los años 30, sus primeras obras empiezan a aparecer en revistas estadounidenses, a través de la lente de Roberto Salcedo Magaña e Ignacio Gómez Gallardo. En los años 40, Barragán hace de Armando Salas Portugal el fotógrafo oficial de sus obras. Lo considera prácticamente como un alter-ego artístico y el trabajo de ambos mutó gracias a los compromisos que lograron para retratar la arquitectura del emblemático arquitecto. No parece que se hayan constatado duetos ”arquitecto-fotógrafo” tan reconocidos como Luis Barragán y Armando Salas Portugal; sin embargo, algunos fotógrafos fueron asociados a ciudades particulares, como es el caso de Marcel Gautherot con Brasilia, Guillermo Zamora con la Ciudad de México o Hans Günter Flieg con São Paolo.

1. — Rueda Velázquez, C., de Rentería Cano, I. y Martínez Durán, A. (2019) Construcciones visuales: Miradas cruzadas de Arquitecto y Fotógrafo Luis Barragán versus Armando Salas Portugal, José Antonio Coderch versus Francesc Català-Roca, Revista 180, nº 44.

 
 

Armando Salas Portugal,
fotografías de obras de Luis Barragán.
© Armando Salas Portugal

1. Los Clubes - Cuadra San Cristóbal y Fuente de los Amantes, San Cristobal, ca. 1968-1975
2. Casa-estudio, Ciudad de México, ca. 1960
3. Torres Satélite, Ciudad Satélite, ca. 1960
4. Casa Gilardi, Ciudad de México, ca. 1976
5. Casa-estudio, Ciudad de México, ca. 1965-1975

 

En México, muchos fotógrafos especializados en arquitectura destacaron ya que se le otorgó más y más importancia a las fotos de arquitectura. En 1950, la fotografía y la arquitectura evolucionaba en paralelo. Las páginas de Arquitectura México y Calli, dos de las principales revistas de arquitectura, estaban inundadas de estas nuevas imágenes que vendían modernidad. Armando Salas Portugal, Guillermo Zamora, Julius Shulman y Luis Márquez fueron algunos de los fotógrafos comisionados en esta nueva misión: develar un nuevo México internacional y desarrollado a través de su lente.2

Existe un abanico de maneras de fotografiar una arquitectura dicha. Desde un punto de vista simplemente artístico, la atención puede enfocarse en transcribir una proeza arquitectónica, descontextualizando la obra; sea a través de composiciones o estrategias diversas –optimización de la luz natural o artificial, ausencia o presencia de escala, color, contexto, elementos ajenos… Por otro lado, se puede documentar la integración de una arquitectura a su contexto, eso implica que la fotografía tenga que ponderar la presencia del ambiente socio-cultural e histórico. Sin embargo, la intención fotográfica está indeleblemente ligada a una voluntad sea documental, comercial o simplemente artística.

Este artículo se interesa en la evolución de la fotografía de arquitectura en México y América Latina en el transcurso del siglo XX y se compara con una percepción contemporánea de esta disciplina. No obstante, la historia de la fotografía de arquitectura en América Latina está sin duda ligada a las tendencias internacionales, desde la modernidad hasta nuestra era digital; por lo tanto, se hará también mención de ejemplos fuera del territorio latinoamericano.

2. — García Holley, M. (2012, 16 de febrero) La nueva fotografía de arquitectura, Arquine.

 
 
 

 

fotografiar la arquitectura propia

 

En México, la fotografía de arquitectura se popularizó a inicios del siglo XX, justo en una época en la que tanto la arquitectura como la escultura y otras formas de arte se volvieron herramientas para afirmar una mexicanidad en un contexto posrevolucionario. Era también un momento histórico en el que México quería darse a conocer ante el mundo, y enseñar su propia visión de la arquitectura moderna.

La fotografía siempre ha tenido dos propósitos fundamentales; a veces están separados, a veces existen juntos en la misma imagen. El primero es el de la creación de una imagen que es en sí misma una obra de arte y no depende principalmente de este tema; los elementos de este tipo de fotografía son paralelos a los de una pintura.3 En esta perspectiva, la fotografía se vuelve entonces una obra propia, volviendo a la arquitectura un sujeto artístico. Barragán desde sus iniciales obras en Guadalajara utilizó este medio no solo para la publicidad de sus obras sino como ejercicio de composición.4 La noción de composición es fundamental tanto en fotografía como en arquitectura; en la obra de Barragán el registro fotográfico de la obra se vive realmente como la extensión de la obra arquitectónica.

3. — Rueda Velázquez, C., de Rentería Cano, I. y Martínez Durán, A. (2019) Construcciones visuales: Miradas cruzadas de Arquitecto y Fotógrafo Luis Barragán versus Armando Salas Portugal, José Antonio Coderch versus Francesc Català-Roca, Revista 180, nº 44.
4. — ibid.

 
 

Casa Muestra 140,
fotografía publicada en México’s modern architecture. New York, Architectural Book Publishing Co., en 1952.
© Armando Salas Portugal

 

El segundo propósito es transmitir un mensaje sobre el tema. Este mensaje puede ser una aclaración, simplificación o ilustración y en cualquier caso es complemento al mensaje.5 El enfoque del ojo fotográfico es también una labor de sintetización y representa por lo tanto una suerte de responsabilidad: ¿cómo representar a un edificio a través de tan pocas fotos? En los años 30, Barragán empezó a difundir fotografías de sus primeras obras en Guadalajara [las cuales] se hicieron con un alto grado de abstracción, que acercan a Barragán a los principios de modernidad.6 La fotografía se volvió una herramienta para Barragán de orientar su arquitectura –todavía muy arraigada a la tradición jalisciense– hacia los preceptos de la arquitectura moderna. Con esta lógica, a pesar de que una de las características de la obra de Luis Barragán fue el color, Armando Salas prefirió, en este caso, utilizar la fotografía en blanco y negro.7 Eso dice mucho sobre el papel de la fotografía: no tiene vocación a decirlo todo, sino que al contrario a enfocar y orientar la atención del espectador; en este caso, omitir el color protagoniza al gesto arquitectónico, a través de formas, luz y composición. Entre la visión Barragán y la de Salas Portugal, existe una misma manera de entender la modernidad,8 y ambas visiones contribuyeron al trabajo del otro.

5. — Rueda Velázquez, C., de Rentería Cano, I. y Martínez Durán, A. (2019) Construcciones visuales: Miradas cruzadas de Arquitecto y Fotógrafo Luis Barragán versus Armando Salas Portugal, José Antonio Coderch versus Francesc Català-Roca, Revista 180, nº 44.
6., 7., 8. — ibid.

 

Modernidad latinoamericana,
esta serie de fotografías reúne a cuatros fotógrafos, de cuatro países distintos y se percibe una coherencia en cuestión de composición.

1. Francisco Vando, Oficina de legisladores [arq. Toro y Ferrer Arquitectos | San Juan de Puerto Rico, ca. 1958]
2. Guillermo Zamora, Centro Comercial Pasaje Jacarandas [arq. Ramón Torres Martínez y Héctor Velázquez | Ciudad de México, ca. 1957]
3. Jeanne Mandello, Cines Plaza y Central [arq. Rafeal Lorente Escudero | Montevideo, ca. 1950]
4. Germán Téllez, Bibilioteca Luis Ángel Arango [arq. Esguerra-Saenz-Urdaneta-Samper | Bogotá, ca. 1958]

 

La fotografía era entonces también dictada por dogmas modernos, impulsando una visión universal de la arquitectura. La fotografía tenía que sintetizar y transmitir lo que la rigidez de los planos no lograba víncular; se habla de una nueva visión en la cual se privilegian diagonales, magnificación del detalle, picados.9 El uso de la perspectiva es recurrente en muchas fotos de la primera mitad del siglo XX, probablemente porque era una manera de revelar las intenciones tanto de composición tridimensional como de estrategia urbana; aún más en el caso de proyectos monumentales. A través de la fotografía llegaban las imágenes de los progresos tecnológicos al mundo. Los fotógrafos de arquitectura tenían una profesión indispensable: construir los discursos de progreso de la mejor manera posible, en otras palabras, sus imágenes como constructoras de la arquitectura.10 Cabe señalar también que en esta época la arquitectura solía tener un poder político aún más importante que hoy; por lo tanto, la forma de representar tales decisiones urbanas y socio-culturales eran de igual importancia que la obra misma.

9. — Rueda Velázquez, C., de Rentería Cano, I. y Martínez Durán, A. (2019) Construcciones visuales: Miradas cruzadas de Arquitecto y Fotógrafo Luis Barragán versus Armando Salas Portugal, José Antonio Coderch versus Francesc Català-Roca, Revista 180, nº 44.

10. — García Holley, M. (2012, 16 de febrero) La nueva fotografía de arquitectura, Arquine.

 

Fotografía aéreas,
serie de fotografías aéreas de México, Colombia y Venezuela.

1. Compañía Mexicana Aerofoto, boceto de planeación de vuelo [Fundación ICA | fuente: Este País]
2. Compañía Mexicana Aerofoto, Colonia Roma [1952]
3. Saúl Orduz, Tejido tradicional y edificios en altura modernos [Bogotá, ca. 1960]
4. Rudolf Schrimpff, Torre Avianca en el Parque Santander [Esguerra-Saenz-Urdaneta-Samper y Ruicaurte-Carrizosa-Prieto | Bogotá, ca. 1970.]
5. Paolo Gasparini, Vista aérea de la Urbanización 2 de diciembre [Caracas, ca. 1955]

 

Las fotos aéreas otorgaron también mucho poder a la arquitectura. A inicios del siglo XX, la Compañía Mexicana Aerofoto11 dio a conocer muchos paisajes -urbanos y rurales- y arquitecturas -modernas, tradicionales y patrimoniales- bajo otras perspectivas. Este fenómeno se observó también en otros países de América Latina. Estos nuevos métodos de representación pueden interpretarse de diferentes maneras; a la vez se podría presentar la arquitectura como un “objeto arquitectónico”, distanciado de su vocación socio-cultural mientras que se podría percibir como una manera de transcribir con más fuerza sus condiciones y resoluciones urbanas. Es interesante ver cómo las fotos aéreas siguen fascinando a un amplio público; la democratización de los drones y el uso más popular del avión alejan estos tipos de representación de la idea de una arquitectura abstracta ya que el cielo se volvió también la extensión del espacio público.

11. —  La Compañía Mexicana Aerofoto se fundó en 1930 y se disolvió en 1989; su acervo fue adquirido en 1965 por la Fundación ICA.

 

Fotografía contemporánea,
en esta serie de fotografías de obras recientes, se nota que se han afirmado varios códigos: simetría, bidimensionalidad de las superficies, composición.

1. Lorena Darquea, Residencia espacio Kaab [arq. Di Frenna Arquitectos | Comala, 2021]
2. Rafael Gamo, Estación Tapachula [Colectivo C733 | Tapachula de Córdova y Ordoñez, 2021]
3. Onnis Luque, Canales Skatepark [arq. Quintanilla Arquitectos | Heroica Cárdenas, 2020]

 

La evolución de las técnicas y la democratización de la fotografía tuvo repercusiones importantes en la producción de imágenes arquitectónicas. Hoy en día, contamos con herramientas capaces de producir y retocar una cantidad impresionante de imágenes. Por lo tanto, la noción de sintetización podría parecer obsoleta; con los dispositivos de comunicación actual, contamos con la posibilidad de difundir un proyecto arquitectónico bajo una multitud de ángulos. Se obtuvo la manera de poder registrar meticulosamente una arquitectura. Sin embargo, por el papel que juega la arquitectura en nuestra sociedad, el público al cual están dirigidas las fotos de arquitectura ha también evolucionado. De la misma forma que se afirmó la profesión —o al menos especialización— de fotógrafo de arquitectura, las fotografías de arquitectura ganaron un espacio particular en nuestra sociedad. Parecen dirigidas hacia un público del mundo del arte o de la arquitectura, o de quien logre apreciar las intenciones espaciales. Por lo tanto parecería que se construyeron ciertas expectativas alrededor de las “fotografías de arquitectura”, con sus códigos propios; ¿cuántos fotógrafos especializados no ejercen las mismas reglas de composición ante un espacio?... Muchas fotografías de arquitectura contemporáneas rinden culto a la geometría arquitectónica, replicando simetría, composición severa y bidimensionalidad. Muchos profesionales usan lentes que permiten distorsionar las perspectivas -cuando no hacen tal operación en programas informáticos- y se retan a tomar imágenes de arquitectura en las cuales todas las líneas aparezcan lo más derecho posible. Si el uso de la perspectiva en la representación de obras del siglo XX permitió dar una visión que complementará la rigidez del gesto arquitectónico, muchas de las fotografías de arquitecturas contemporáneas parecen querer poner en valor este rigor geométrico.

 
 

 

retratar la vida en la arquitectura

 

En muchas fotografías de arquitectura -tanto del siglo XX como contemporáneas- se retratan los espacios como objetos abstractos, desprovistos de función y fijados en un espacio-tiempo determinado. Esta descontextualización y ausencia de vida es revelador de la intención arquitectónica. En 1961, Armando Salas Portugal inmortalizó la Casa Muestra 140, que diseñaron Luis Barragán y Max Cetto en el Pedregal, a través de fotografías sin presencia humana. Esta perspectiva con un único punto de fuga, explica la intención en el proyecto de definir una mirada dirigida, una paisaje enmarcado, fijo, que da sentido al espacio interior. La ausencia de la escala acentúa aún más la idea de vacío, silencio y soledad, palabras reiteradas una y otra vez por el arquitecto.12 Por lo tanto, la experiencia de vivir a solas la arquitectura la vuelve aún más real y se proyecta en la fotografía el ambiente del espacio. Años después, en las fotografías de la casa de Luis Barragán (su casa-taller ubicada en Tacubaya), se observa una silla, único elemento –no natural– que además de dar escala, transcribe la función y la habitabilidad del espacio. Una manera sutil de convocar a la vida y al cuerpo humano.

 

12. — Rueda Velázquez, C., de Rentería Cano, I. y Martínez Durán, A. (2019) Construcciones visuales: Miradas cruzadas de Arquitecto y Fotógrafo Luis Barragán versus Armando Salas Portugal, José Antonio Coderch versus Francesc Català-Roca, Revista 180, nº 44.

 

Casa Muestra 140,
fotografía exterior de la Casa Muestra 140, Jardines del Pedregal de San Ángel, foto publicada en Modern Architektur in Mexiko. New York Inc., Publishers University Place, Cetto, 1961.
© Armando Salas Portugal

 

En otros trabajos, la arquitectura está presentada como un componente de la vida, y por lo tanto no se habla de fotografías de arquitectura en sentido estricto sino que la vocación documental de la fotografía prevalece sobre la puesta en valor arquitectónica. Se le da un enfoque en el contexto socio-cultural antes de una visión puramente arquitectónica. A inicios del siglo XX, Guillermo Kahlo –un joven fotógrafo inmigrante de Alemania– revolucionó la fotografía de modo nunca antes visto; [sus fotografías] eran imágenes que registraban la majestuosidad del país a través de sus templos, plazas y calles. [...] Guillermo Kahlo lograba el híbrido perfecto entre el registro y el arte, a través de su fotografía.13 Armando Salas Portugal proviene también de esta “escuela”, antes de trabajar con Barragán se dedicaba principalmente a retratar el paisaje: la fotografía de la arquitectura vernácula de Armando Salas Portugal está en relación con el paisaje no habitado que lo rodea y este interés se debe a que él fue un fotógrafo del paisaje en todas sus formas posibles.14 Su encuentro con Luis Barragán nació de un mismo interés en la condición geo-plástica del Pedregal. En la segunda mitad del siglo, el trabajo de Bob Schalkwijk se afirma también como la herencia de una postura fotográfica documental, en el cual la arquitectura se vuelve décor de la vida misma. La mitad del siglo XX es también la llegada de movimientos cinematográficos como el Cinéma Vérité que impulsará una Nouvelle Vague a escala internacional, cuya intención principal es de esconder lo más posible las “puestas en escena” y de retratar la habitabilidad y apropiación real de los espacios. En muchas fotos antiguas, se pueden observar usuarios reales del espacio, sin planeación.

13. — García Holley, M. (2012, 16 de febrero) La nueva fotografía de arquitectura, Arquine.

14. — Rueda Velázquez, C., de Rentería Cano, I. y Martínez Durán, A. (2019) Construcciones visuales: Miradas cruzadas de Arquitecto y Fotógrafo Luis Barragán versus Armando Salas Portugal, José Antonio Coderch versus Francesc Català-Roca, Revista 180, nº 44.

 

La arquitectura vivida,
esta serie de fotografías transcribe varios grados de representación de usuarios en el espacio.

1. Guillermo Zamora, Casa Augusto Álvarez [arq. Augusto Álvarez | Ciudad de México, ca. 1961]
2. Peter Scheier, Torre administrativa do Congreso Nacional. Esplanada dos Ministérios [arq. Oscar Niemeyer | Brasilia, ca. 1960]
3. Hans Günter Flieg, Eletroradiobraz Store [arq. Majer Botkowski | São Paulo, ca. 1957]
4. Juan Guzmán, Ciudad Universitaria - Facultad de Ciencias [arq. R. Cacho, E. Peschard y F. Sánchez | Ciudad de México, ca. 1952]

 

Con el tiempo, la “invocación“ de la vida en la fotografía de arquitectura, conoció un fuerte giro. Se puede notar en la fotografía contemporánea una suerte de puesta en escena de la “vida” en la arquitectura. En ciertas de las fotografías de arquitectura que presencian una o varias personas, se ha constatado que los sujetos “posan” y en algunos casos pareciera que se contratan a modelos para figurar en el espacio. ¿Elegir la representación humana en el espacio sería también la prolongación de la intención arquitectónica? Eso habla mucho de la evolución del ¿para quién está hecha la arquitectura? En la fotografía contemporánea, se nota una distancia entre la representación de espacios públicos –no sólo plazas o parques, sino también museos, edificios institucionales…- y la de espacios privados -no solamente domésticos sino vectores de distinción social: galerías, centros comerciales, restaurantes... En espacios públicos se suelen retratar momentos “fieles”, atestiguando el uso real del espacio, es decir una postura más objetiva, sin puesta en escena más que la composición del fotógrafo. En espacios privados, se observa una postura más subjetiva en la cual la presencia humana es controlada o al menos orientada. Por otro lado, se observan también fotografías en las cuales la presencia humana se reduce a un halo de luz, gracias a una toma larga; transmitiendo exclusivamente escala y movimiento. A pesar de retratar la función del espacio, se están manifestando nuevas formas de representar a la arquitectura que nos distancian con la noción de habitabilidad del espacio. ¿Un espacio que no parece pertenecer a nadie, pertenece a todos?

 
 
 

Bob Schalkwijk,
fotografías del parque de Chapultepec (Ciudad de México).
© Bob Schalkwijk

 

Cuando hablamos de “fotografía de arquitectura”, no se trata solamente de “retratar la vida en la arquitectura” sino también de revelar “la vida de la arquitectura”. En la segunda mitad del siglo XX, Bob Schalkwijk retrató la arquitectura como se retratan “hechos”. Es famoso por su serie de fotografías del temblor de 1985 pero también, en su serie de fotografías del Bosque de Chapultepec, él trata a la arquitectura al igual que cualquier otro sujeto (peatones, naturaleza, mobiliario urbano): un elemento de composición. Por lo tanto, antes de ser consideradas como fotografías de arquitectura, son percibidas como el registro de un instante y de un contexto socio-cultural general.

 
 

Marcel Gautherot,
fotografías de la construcción de Brasilia (Brasil) y de los edificios diseñados por Oscar Niemeyer.
© Marcel Gautherot

1. Trabajadores de la construcción construyen el Palacio del Congreso Nacional, Brasilia, 1959
2. Brasilia, Brasilia, 1959
3. Palacio del Congreso Nacional en Construcción, Brasilia, 1955
4. Construcción del Congreso Nacional, Brasilia, 1958

 

En 2019, Onnis Luque con su serie “Undercover” retrata la arquitectura en fase de construcción; una suerte de descontextualización que vuelve a la arquitectura un puro objeto fotográfico. En el entendimiento actual de la “fotografía de arquitectura”, los espacios se “registran” en su fase de entrega, ni en obra, ni en uso. Muchas fotografías históricas presentan arquitecturas en su fase de producción y se percibe a veces más claramente las intenciones espaciales que en fotografías “finales”. Esta fascinación por retratar la obra se percibe claramente en el trabajo del fotógrafo francés Marcel Gautherot cuyo trabajo fotográfico se enfoca en la construcción de Brasilia. En la visión contemporánea de la “fotografía de arquitectura”, existe una distancia de calidad -y por lo tanto de valor- entre la fotografía de una arquitectura en obra y de una arquitectura “cumplida”. Será interesante ver el estatus que se le otorgará con el tiempo a las “fotos de segunda clase”.

 
 

 

evolución de la arquitectura a través de la fotografía

 

En septiembre de 1931, Barragán publicó, por primera vez, sus obras en la revista Architectural Record. A partir de esta fecha y hasta 1935 aparecieron cuatro números más en los que retrataba su trabajo: House & Garden, 1931; Nuestra Arquitectura, 1932; Architectural Record, en enero y septiembre de 1935. Las fotografías se las confió a Roberto Salcedo Magaña e Ignacio Gómez Gallardo.15 Como lo vimos precedentemente, la fotografía de arquitectura tuvo como vocación inicial la documentación contemporánea -para transmitir los conceptos de lo que se estaba produciendo- e irremediablemente se volvió con el tiempo un registro histórico, testigo de conceptos pasados. Desde Guadalajara, Luis Barragán usó la fotografía no solamente como una forma de registrar su trabajo sino una herramienta para promocionarla; se relata la consistencia de la comunicación y reproducción de su obra en medios impresos [para acertar] su posición dentro del movimiento de arquitectura internacional y mexicana.16 Las fotografías de sus arquitectura se volvieron de ciertas formas “manifiestos gráficos” para difundir conceptos y gestos arquitectónicos tanto al mundo de la arquitectura como a un público más amplio.

15. — Rueda Velázquez, C., de Rentería Cano, I. y Martínez Durán, A. (2019) Construcciones visuales: Miradas cruzadas de Arquitecto y Fotógrafo Luis Barragán versus Armando Salas Portugal, José Antonio Coderch versus Francesc Català-Roca, Revista 180, nº 44.

16. – Díaz-Borioli, L. (2014) Materialidad de la imagen: espejismos fotográficos en la práctica de Luis Barragán, Relaciones 140, otoño 2014.

 

Architectural Record y House & Garden,
publicación de obras de Luis Barragán respectivamente en 1931 y 1935.
fuente: Fotógrafos de la arquitectura moderna tapatía [Rueda Velázquez, C. (2018)]

 

A lo largo del siglo XX, la “fotografía de arquitectura” tuvo más y más relevancia; el prestigio de la fotografía era parte clave de la imagen proyectada a través de la arquitectura. La popularización de la fotografía de arquitectura la volvió como una condición y este esquema sigue vigente. Desde la llegada de revistas de arquitectura hasta el éxito de plataformas digitales como ArchDaily, solicitar una imagen a un fotógrafo de renombre se volvió la norma para difundir una obra; los planos, diagramas o textos se volvieron elementos secundarios. Se presta más importancia a la representación de la arquitectura que a su propuesta espacial. La fotografía de arquitectura se volvió otro de los denominadores comunes que rigen el concepto de una “arquitectura internacional”.

La explotación visual de la arquitectura la alejó de su función inicial y se acentuó una distancia entre el espacio habitado —vivido, funcional y hasta vital— y el espacio fotografiado —idealizado, artístico, e intercambiable. Por lo tanto, la fotografía de arquitectura afirmó también un distanciamiento entre un público aficionado y un público más amplio; entre una arquitectura de revista, siempre limpia y pulida y una arquitectura accesible, apropiable y realmente vivida. Pareciera ser que el discurso arquitectónico actual está regido más por el tipo de fotografía que por la calidad de la arquitectura, varias son las sorpresas cuando llegamos a los sitios y no se parecen a las fotos.17 Como lo mencionamos en nuestro artículo Apropiación, las fotografías oficiales del proyecto Quinta Monroy (Iquique, Chile, 2003) de Alejandro Aravena presentan una arquitectura limpia y depurada a través de fotografías orientadas hacía un público aficionado de arquitectura mientras que al explorar el sitio en Google Maps, se percibe el espacio en su apropiación real a través de las intervenciones de sus habitantes en fachadas y bardas.

 

17. — García Holley, M. (2012, 16 de febrero) La nueva fotografía de arquitectura, Arquine.

 

Arquitectura,
capturas de pantalla del sitio web del fotógrafo brasileño Leonardo Finotti.
© Comunal

 

La evolución del valor otorgado a la fotografía se trasladó a la arquitectura. Existen jerarquías entre técnicas, y la “fotografía de arquitectura” instauró también sus códigos de representación. Se nota una suerte de homogeneización tanto en las tomas como en las condiciones de la arquitectura fotografiada –selección de muebles (si es que haya), integración cuidada de la presencia humana, aseptización del espacio…–; por lo tanto, la determinación de una “arquitectura internacional” se tradujo también en su representación visual. La arquitectura se volvió entonces un “producto” a fotografiar correctamente para asegurar su difusión y promoción. Este esquema se aplica también de manera retroactiva: muchos fotógrafos contemporáneos retratan a edificios antiguos bajo las “nuevas convenciones fotográficas” que desarrollaron, podemos pensar por ejemplo en el fotógrafo brasileño Leonardo Finotti que retrató arquitecturas emblemáticas como el Congreso Nacional de Brasil (Oscar Niemeyer, Brasilia, 1960), el Pájaro de fuego (Mathias Goeritz, Guadalajara, 1957) o la Gran Puerta (Fernando González Gortázar, Guadalajara, 1972). Otros aplican también sus códigos de composición a arquitecturas vernáculas o populares como el caso del emblemático fotógrafo holandés Iwan Baan, podemos pensar por ejemplo en la serie de fotografías que tomó para registrar la intervención de los habitantes de la Torre de David (Caracas, Venezuela). Por lo tanto, más que un “producto” que promocionar, la arquitectura se vuelve un objeto visual que la fotografía doma.

 
 
 

Torre de David,
serie de fotografias de la Torre de David (Venezuela), un asentamiento en una torre abandonada, en 2007 y 2015.
© Iwan Baan

 

A través de la postura de los fotógrafos, se le ha dado un nuevo poder y significado a la arquitectura. La fotografía de arquitectura se afirmó como una obra de arte muy importante que protagoniza a los espacios, a manera de modelos. Por lo tanto, se invoca a la arquitectura para víncular conceptos abstractos o mensajes. Por ejemplo, en el campo audiovisual, varias publicidades de perfume usan la arquitectura para representar el ideal que quieren transmitir a través de su producto, ya que ¿cómo representar a un olor visualmente? En los años 2000, una publicidad de la marca Kenzo protagonizó a una modelo entre los edificios de Oscar Niemeyer en Brasilia; bajo estas condiciones ¿cuál es el estatus de la arquitectura? Vimos también cómo la industria musical explota a los espacios arquitectónicos como transmisores de imágenes. Uno de los ejemplos más recientes es el videoclip de la canción “Hold Me Closer” de Britney Spears y Elton John. En este vídeo estrenado a finales del año 2022, varias personas bailan entre la arquitectura popular de Ecatepec y edificios emblemáticos de Luis Barragán, Agustín Hernández y Javier Senosiain. Por lo tanto, la arquitectura se ve asociada a tendencias y conceptos ajenos que contribuyen a percibirla como un “producto intercambiable” del cual disponer y ya no como espacios a habitar. Por lo tanto, sería interesante estudiar el rol de la fotografía en los nuevos fenómenos de “idealización del espacio arquitectónico” que apoyaron a la instagramabilidad de la arquitectura, volviéndola herramienta de gentrificación y producto a rentar desde el sitio web de AirBnB.

 
 
 

 

conclusión.

 

Con el tiempo, el hecho de retratar la arquitectura tomó diferentes caminos. De un lado, se afirmó como una herramienta documentaria, sea a fines promocionales o simplemente de registro. La fotografía se volvió una fuente de investigación primordial, se vuelve sistemáticamente un documento histórico y una manera de entender la evolución del entorno habitado. Es una forma de estudiar y correlacionar información y, además, una manera más para el estudio de la historia de la arquitectura y su posible restauración-rehabilitación. Por otro lado, se volvió un sujeto fotográfico como otros. Independientemente de sus intenciones, es evidente que la “fotografía de arquitectura” se volvió una obra de arte de pleno derecho.

 
 

Modernidad latinoamericana,

1. Guillermo Zamora, Casa Sierra Paracaima, [arq. R. Torres Martínez, H. Velázquez y V. de la Lama | Ciudad de México, ca. 1956]
2. René Combeau, Universidad Técnica del Estado [arq. Bresciani, Valdés, Castillo, Huidobro | Santiago de Chile, ca. 1962]
3. Ernesto Sijerckovich, Salas de operaciones de la Bolsa de Comercio [arq. Mario Roberto Álvarez y asociados | Bogotá, ca. 1971]
4. Leo Matiz, Urbanización 23 de febrero I Etapa [arq. Carlos Raúl Villanueva | Caracas, ca. 1950]

 

Es importante recordar que el mundo de la arquitectura genera una producción prolífica de objetos editoriales que requieren fotografías de arquitectura; la obtención de derechos para publicación hace que se multipliquen las solicitudes de sesiones fotográficas y por lo tanto, el estatus de los fotógrafos especializados en arquitectura evolucionó también. La reputación de ciertos fotógrafos de arquitectura los hace cruzar amplios territorios para inmortalizar arquitecturas y por lo tanto se logra observar a través de un mismo ojo proyectos de contextos socio-culturales y urbanísticos sumamente diferentes. En México y América Latina, Leonardo Finotti, Onnis Luque, Rafael Gamo, Lorena Darquea, Diana Arnau, Marcos Betanzos, Aldai Pulido, Maíra Acayaba, Camilo Monzón, entre otros, se volvieron grandes referencias en términos de fotografía de arquitectura.

La fotografía hizo que la arquitectura mutara; está indudablemente objetificada, sea para promocionarla como un producto comercial y/o histórico; o para volverla sujeto de estudio fotográfico; en ambos casos, la habitabilidad del espacio, el concepto arquitectónico o la composición gráfico-espacial fueron relegados al segundo plano, o apropiados por el ojo fotográfico y ya no propiedad plena del arquitecto.

¿Cuáles serán los futuros medios y objetivos de la difusión de la arquitectura?

 
 

 

equipo editorial.

Romain Roy-Pinot
coordinador del área de investigación

Rocío García Camarero
arq. de restauración y rehabilitación de patrimonio

Aimée Mancilla Porraz
arq. de conservación del patrimonio

 

 

créditos foto de portada.

El Palacia del Congreso Nacional,

foto del Palacio del Congreso Nacional terminado [arq. Oscar Niemeyer | Brasilia (Brasil), 1960]
© Marcel Gautherot

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