Como quien no quiere la cosa, fíjate. Hay en esta sala un refrenamiento, un tiempo propio. Flexiones, inclinaciones, elevaciones; halla un punto de apoyo y fíjate. Para moverte, tienes que parar. El pensamiento inscrito en el cuerpo, en la lengua —en tanto que sistema de signos, en tanto que órgano— encuentra un mobiliario en Aquí nomás, de la artista jalisciense Elizabeth Calzado. Así como suele haber contracciones rítmicas en el cuerpo, las hay también en el lenguaje; nos dan velocidad: menos palabras pero mayor sentido. Nomás y no nada más…
texto de Xitlalitl Rodríguez Mendoza | más info aquí